El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, lamentó hoy el nivel peligroso del conflicto entre Israel y Palestina al tiempo que advirtió que incluso las guerras tienen reglas.
En una comparecencia ante los medios, el titular de la ONU cuestionó la orden de las fuerzas israelíes para forzar a los palestinos y al personal de la ONU a abandonar el norte de la Franja de Gaza, uno de los enclaves de mayor densidad del planeta.
«Trasladar a más de un millón de personas a través de una zona de guerra densamente poblada a un lugar sin alimentos, agua ni alojamiento, cuando todo el territorio está sitiado, es extremadamente peligroso y, en algunos casos, simplemente imposible», alertó.
Guterres participa esta tarde en la sesión del Consejo de Seguridad dedicada a la situación en Medio Oriente ante la escalada en ascenso.
Los hospitales del sur de esa región ya están llenos y no podrán aceptar miles de nuevos pacientes del norte; el sistema de salud está al borde del colapso, aseguró.
Todo el territorio se enfrenta a una crisis de agua, ya que las infraestructuras han resultado dañadas y no hay electricidad para alimentar las bombas y las plantas desalinizadoras, lamentó el máximo responsable de la ONU.
Guterres confirmó que mantiene contactos con líderes de toda la región, para tratar «formas de reducir el sufrimiento y prevenir una mayor escalada peligrosa en Cisjordania o en otras partes de la región, especialmente en el sur del Líbano».
Los intercambios de disparos a través de la Línea Azul son muy preocupantes y deben parar, recalcó.
Al mismo tiempo, el alto representante insitió en la necesidad de abrir un acceso humanitario inmediato en toda Gaza, para llevar combustible, alimentos y agua.
Se deben respetar y defender el derecho internacional humanitario y los derechos humanos, enfatizó.
Los civiles deben ser protegidos y nunca utilizados como escudos y todos los rehenes en Gaza deben ser liberados de inmediato, añadió.
El secretario general hizo un llamado a los líderes del mundo para que se pronuncien contra el antisemitismo, la intolerancia antimusulmana y los discursos de odio de todo tipo.
«Nunca se acepta un lenguaje deshumanizante que incite a la violencia», remarcó.
Este es un momento, subrayó, para que la comunidad internacional se una para proteger a los civiles y encontrar una solución duradera a este ciclo interminable de muerte y destrucción.