19 de julio de 2024.- El gobierno de Bangladesh declaró un toque de queda nacional y anunció planes para desplegar el ejército para hacer frente a los peores disturbios que ha vivido el país en una década, después de que manifestantes estudiantiles irrumpieran en una prisión y liberaran a cientos de reclusos.
"El gobierno ha decidido imponer un toque de queda y desplegar al ejército en ayuda de las autoridades civiles", dijo un portavoz del gobierno a última hora del viernes.
La AFP informó que al menos 105 personas han muerto en los disturbios, lo que plantea un desafío sin precedentes al gobierno de la primera ministra Sheikh Hasina después de 15 años en el cargo.
Más temprano el viernes, se impuso un apagón de comunicaciones en todo el país, y el gobierno bloqueó el acceso a Internet móvil y las redes sociales.
Los canales de noticias de televisión quedaron fuera del aire después de que los manifestantes asaltaron e incendiaron la sede de la emisora estatal en Dhaka , y varios sitios web de noticias cayeron.
Un grupo de manifestantes irrumpió en una cárcel de Narsingdi, un distrito justo al norte de la capital, y liberó a sus reclusos antes de prender fuego a las instalaciones. Según la Agence France-Presse, cientos de reclusos fueron liberados.
Los sitios web gubernamentales clave, incluidos los del banco central, la policía y la oficina del primer ministro, también parecían haber sido pirateados por un grupo que se autodenomina "THE R3SISTANC3". Un mensaje publicado en el sitio web de la oficina del primer ministro el viernes pedía el fin del asesinato de estudiantes, diciendo: “Ya no es una protesta. Ahora es una guerra”.
Otro mensaje publicado en el sitio web decía: “El gobierno ha cerrado Internet para silenciarnos y ocultar sus acciones. Necesitamos mantenernos informados sobre lo que sucede en el terreno”.
Las protestas comenzaron este mes en los campus universitarios cuando los estudiantes exigieron el fin de un sistema de cuotas que reserva el 30% de los puestos gubernamentales para familiares de veteranos que lucharon en la guerra de independencia de Bangladesh en 1971.
Quienes protestan han argumentado que la política es injusta y discriminatoria, ya que los jóvenes luchan por conseguir empleo durante una recesión económica y, en cambio, beneficia a los miembros del partido gobernante Liga Awami, liderado por Hasina.
Grupos de estudiantes progubernamentales han sido acusados de atacar a los manifestantes, y la policía ha disparado sistemáticamente gases lacrimógenos y balas de goma contra la multitud, dejando miles de heridos y decenas de muertos.
A pesar de la prohibición de manifestaciones y reuniones públicas, grupos de estudiantes todavía salieron a las calles el viernes. Se podían escuchar disparos y granadas paralizantes provenientes de zonas cercanas a las universidades de Dhaka. Según los informes, se vio a la policía disparando munición real para disolver las manifestaciones y los manifestantes acusaron a la policía de ser responsable de una gran proporción de las muertes.
Los testigos dijeron que las protestas habían comenzado a adquirir un tono antigubernamental mucho más amplio contra Hasina y su partido, con lemas que la llamaban “dictadora autoritaria” y exigían su renuncia.
Hasina ha gobernado desde 2009 y ha supervisado una vasta y severa represión contra opositores y críticos políticos mientras la corrupción florecía. Las fuerzas paramilitares suelen involucrar a figuras críticas en “desapariciones forzadas” y decenas de miles de opositores políticos han sido encarcelados. Ganó un quinto mandato en enero en unas elecciones ampliamente documentadas como muy manipuladas.
Los enfrentamientos entre policías antidisturbios fuertemente armados y manifestantes, muchos de ellos empuñando porras y ladrillos, se han extendido por todo el país, con vehículos incendiados en las calles y miles de heridos. El jueves, los manifestantes irrumpieron en la sede de la emisora estatal Bangladesh Television y le prendieron fuego. Las autoridades dijeron que el edificio fue evacuado de manera segura.
