9 de septiembre de 2024.- Este jueves 12 de septiembre se esperan diferentes manifestaciones ante las delegaciones diplomáticas del Ecuador en todo el mundo
En los últimos años, la intervención de los Estados Unidos en los países latinoamericanos se ha materializado en la manipulación de la justicia (lawfare) para perseguir liderazgos progresistas acusados falsamente de corrupción, condenados sin pruebas, encarcelados e impedidos de participar en la vida política de su país.
La guerra judicial contra el exvicepresidente de Ecuador, JORGE GLAS ESPINEL, llevó a su condena, en diciembre de 2017, a seis años de prisión por el llamado caso Odebrecht, el cual también victimizó a dirigentes progresistas de Brasil. Jorge Glas permaneció encarcelado hasta noviembre de 2022, período en que se mantuvo una feroz persecución en su contra. Se han revocado dos habeas corpus por iniciativa directa de la Presidencia de la República bajo orientación derechista. Se le negaron sus derechos constitucionales a reducción de pena - por buen comportamiento – y cumplimiento de sentencia en régimen abierto. Asimismo, el Estado ecuatoriano rechazó la implementación de medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En enero de 2023, finalmente se reconoció a Glas el derecho de cumplir la pena en libertad, pero las amenazas y trampas en su contra continuaron, hasta que en 17 de diciembre, Glas ingresó en la embajada de México en Ecuador, país que le concedió asilo político en la fecha de 5 de marzo de 2024.
En lugar de darle a Glass un salvoconducto a México, en ese mismo día 5 de marzo, el Gobierno de Daniel Noboa organizó una invasión de la embajada mexicana en Quito y secuestró y arrestó Jorge Glas, un acto sin precedentes, en violación a las más elementares normas diplomáticas internacionales.
Jorge Glas fue un digno servidor público cuyo único "delito" fue el de ser leal a los principios de la Revolución Ciudadana y que por ello se convirtió, primero, en un obstáculo político para Lenin Moreno y, ahora, en un rehén de los cálculos electorales de Daniel Noboa.
Jorge Glas fue secuestrado con violencia y fue víctima de torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes. En estos momentos, sufre constantes amenazas de muerte y su entorno de familiares, abogados y compañeros son permanentemente hostigados y amedrentados. Esta situación lo obligó a llevar adelante la extrema medida de la huelga de hambre e intentar suicidarse en la cárcel de máxima seguridad de "La Roca". Su vida corre peligro.
La lucha por la libertad de Jorge Glass alimenta la lucha contra toda persecución judicial que recae sobre liderazgos progresistas de nuestros países.
Las organizaciones venezolanas Coordinadora Nacional Autónomo Independiente De Trabajadores (CAIT) y la Escuela de Formación Política Hugo Chávez, hacemos un llamado a todos las organizaciones sociales, sindicales, políticas en Venezuela para exigir al gobierno ecuatoriano:
¡Libertad inmediata para Jorge Glas!
¡Otorga de salvoconducto para México!
¡Respeto al derecho de asilo!