Desde que está viviendo en
México, Yon Goicochea trata de estar al día en la Revolución Mexicana
y en lo que está pasando en Venezuela, por eso, ante la noticia del
ingreso de Zuloaga al institute Cato, prefirió profundizar un poco
más. Entonces volvió a su computadora y se metió en la página web
del instituto y allí se enteró que Zuloaga iba como “Experto
en libertad de expresión, y que era precisamente la libertad de expresión
en Venezuela la que más iba a vigilar”. El hombre allí contuvo la
risa, “al que te están vigilando es a ti, Guillermo, que te está
buscando Interpol”.- se dijo.
Después de estar mejor informado,
tomó su blacberry y se comunicó con el concejal Freddy Guevara, quien
se estaba comiendo un perro caliente en un carrito en Chacao, y “¿cómo
está la vaina, Freddy? ¿No te han dado ningún premio?”. Y así
siguió la conversación. En un momento Guevara le dijo que si quería
lo comunicaba con Ricardo Sánchez para que lo saludara, y Goicochea
le dijo: “Yo no hablo con Ricardo hasta que no se gradúe”. Los
dos rieron a placer y luego se despidieron.
Goicochea siguió luego meditando.
“En nombre de la libertad de expresión y demás cosas, Henry Ramos
Allup me dijo de todo y me sacó de la lista de diputados para colocarse
él en el parlamento andino. En fin, que ahora ese montón de organizaciones
internacionales de derecha van a empezar a entregar premios durante
todo el año 2011 y 2012, para que los que vayan a recibir esos premios
le caigan encima al gobierno de Chávez. Eso es todo. Son tan previsibles
que hasta Ricardo Sánchez se da cuenta de lo que están haciendo”.
Mientras recordaba su tiempo
cuando junto a sus compañeros de universidad salieron a quemar palmeras
en la Avenida Bolívar, se puso a meditar en torno a los premios que
le habían dado a los venezolanos últimamente. “Allí está Laureano
Márquez, le dan un premio por defender la libertad de expresión y
va a recibirlo a New York, donde dice que está luchando por eso precisamente,
por defender la libertad de expresión, y uno pensaba que se iba a quedar
a vivir exiliado en Nueva York, pero vuelve a Venezuela a seguir luchando
por la libertad de expresión. Es increíble. A Miguel Enrique Otero
también le dieron su premio en España, y todo por defender la libertad
de expresión. Aquí, en Mérida, también la SIP le dio un premio a
Guillermo Zuloaga por defender la libertad de expresión. Y ahora el
Institute Cato lo ingresa a la institución como “un experto en libertad
de expresión. Es decir, que la cosa va por ese lado. Yo tengo que buscar
también como me incorporo a ese ejército de luchadores por la libertad
de expresión en Venezuela para ver si me vuelven a premiar”.
En esas meditaciones estaba, cuando recibió una llamada del institute Cato para que se incorporara como jurado para elegir al próximo venezolano que le iban a dar el premio a la libertad de expresión.
robertomalaver@cantv.net