“En Venezuela tenemos el único caso en el mundo donde la programación de un canal es retrasmitida casi íntegramente por otro….”
Esta frase la hemos tomado del interesante artículo de Alberto Aranguibel, titulado “Lo que usted no vio en Globovisiòn”, publicado hoy sábado 17 de agosto, en el diario “Últimas Noticias”. Allí mismo agrega el autor que “bajo el argumento del necesario desmontaje” se repite excesivamente la programación de los canales de la derecha.
Por mi parte, con fines muy específicos, agregaría a lo anterior que esa repetición pone gran énfasis en Globovisiòn, tanto que este canal aumenta la sintonía por la promoción que VTV y otros medios públicos le hacen y el encadenamiento de éstos con aquél.
“Esa gente está cebà”, decían en mi pueblo para referirse a alguien que repetía siempre lo mismo, metía los pies con frecuencia en el mismo hueco o tropezaba con la misma piedra.
Porque ese asunto no es nuevo. Tampoco es la primera vez que Aranguibel y otros, hemos osado criticar esa conducta. Lo de osadía lo decimos porque directa o indirectamente eso conlleva rozar personajes “influyentes” del medio televisivo que de esa conducta han hecho su forma de lucha y convencidos de hacer lo debido. Aplausos y otras muestras de asentimiento no les faltan. Hay sobradas evidencias que gozan de soportes o bases de sustentación muy sólidas. ¡Hasta razones tendrán!
Por aquella conducta que se justifica en lo que Aranguibel llama de modo irónico, “necesario desmontaje”, el canal Globovisiòn gana en sintonía, pues gente de la derecha le ve y escucha directamente con placer, chavistas e indecisos con curiosidad y éstos y más, obligados o encadenados a través de las repeticiones “necesarias” que de sus programas hacen VTV y gran parte de los medios públicos.
Pero la cosa allí no queda. No sólo ven y escuchan muchos, demasiados diría, el canal opositor, que por sus propios medios no llegaría a mucha gente, sino también sus mensajes y los del candidato que aúpa.
La rutina, el facilismo, parecieran prevalecer en esas programaciones destinadas al “necesario desmontaje”. El cortar y pegar, tijera y goma, como se decía antes, para referirse a escritores sin creatividad y hasta dados al plagio. Claro, la coordinación mayor pareciera que brilla por su ausencia.
Voy a la planta, recojo algunos videos de lo que dijo Capriles o sus socios en el curso del día, hago mi crítica y cierro el programa, seguro que he hecho el debido desmontaje del argumento opositor. Paso por alto el tiempo que dediqué divulgando la imagen del candidato opositor, sus mensajeros, mensajes, que antes que yo otros hicieron lo mismo, trabajaron con los mismos materiales y, hasta la desmedida promoción que hago del canal que, muy pocos vieran si se procediera de manera menos ligera y màs coordinada.
Mañana volveré a la planta, tranquilo y desestresado, seguro que Capriles y los suyos habrán hecho y dicho algo, disparatado o no, que está grabado, para eso están en campaña, tomo mi tijera, recorto, pego y me lanzo al aire con mi comentario que habrá de “desmontar” aquello.
Por supuesto, èstos no tienen la culpa. Cada uno en particular arma su programa; hasta se arriesga grabando y confrontando al candidato rodeado de perros de presa. No es su responsabilidad que otro y otro, como en fila india, pasen frente a las cámaras con el mismo formato, asuntos y argumentos. Habrá que perdonarles, pues no es del ciego la culpa.
Pérez Pirela tiene talento y gran carisma; puede como al inicio continuar su programa de buena factura. Le sobran facultades lingüísticas, pedagógicas, cultura y olfato político para hacerlo excelente, sin caer en el predominante ritual, comodidad de un día cualquiera del canal y banalidad de moda, rota felizmente cuando aparecen Ernesto Villegas, Vanessa Davies y Walter Martínez o programas refrescantes semanales como el “Kiosco Veraz” y “Como Ustedes Pueden Ver”.
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