En determinados espacios nacionales e internacionales la web Aporrea es una referencia en cuanto a lo que sucede en Venezuela y las bases programáticas impulsadoras que dieron ignición a esta iniciativa son muy revolucionarias y estratégicas porque fue en un momento crucial de la historia patria donde había que alentar e ineludiblemente defender la Revolución Bolivariana; esa fue la resonancia de éste feliz alumbramiento donde en amplio sectores revolucionarios –hasta gubernamentales- se regocijaron y se sumaron a estimular tamaña iniciativa que sobrepasó el periodismo institucional gubernamental en su oportunidad e inclusive fue fuente informativa por encima de grandes e históricos medios de la burguesía nativa.
El boom de medios y herramientas comunicacionales populares en Venezuela obedeció a la mirada estratégica del Comandante Chávez, aprendidas de las experiencias de otros países, porque en el fondo “Las Revoluciones son hijas de la cultura y de las ideas” como aseveraba en su oportunidad el Comandante Fidel Castro, decía que el boom trajo consigo una tremenda confusión, donde e inclusive algunas de estas lanzas ideológicas formativas y organizativas se autocalifican de ALTERNATIVOS contraviniendo la propia Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que establece que “El pueblo se constituye en Estado” por lo tanto los medios populares o comunitarios son en consecuencias instrumentos del germinal Estado revolucionario, partiendo del fundamento que la concepción clásica de Estado que heredamos fue: Población, Territorio, Gobierno o Administración y donde el aporte constitucional al Derecho es que nuestro texto constitucional agrega que el Estado Bolivariano es un Estado Social, de Justicia y de Derecho donde el centro de atención del Estado Bolivariano es el ser humano; entonces los Alternativos son los medios de comunicación de la oligarquía que no son la esencia estructural del Estado concebido en el texto constitucional, porque como decíamos es el Estado Bolivariano y no el Estado Burgués, por lo tanto los medios populares o comunitarios son herramientas del pueblo y para el pueblo en su concepción pedagógica para enseñar al pueblo a organizarse, a apropiarse de un método de pensamiento y acción y culturizarse en la perspectiva revolucionaria, en ser una clase social para sí y en sí, ahora bien, si el propósito es ajeno a esto, tienen que buscar su espacio comunicacional adecuado y pertinente para la expresión de sus valoraciones y criterios, que no es excluyente pero cada espacio comunicacional es para cada contenido específico comunicacional. (Para complementar al respecto, ver del autor en la web: Desistir en Venezuela de decir Medios Alternativos).
El periodismo institucional del Estado viene recuperándose paulatinamente y alcanzando espacios de receptividad cada vez más cautivados y definidos por la Revolución –aún falta- pero por supuesto, asume y proyecta la política del Estado y del Gobierno, nos gusten determinados aspectos de contenido y forma de ésta o no
Aprovecho para saludar a mis doscientos asiduos lectores de Aporrea a quienes les agradezco ser fieles y pacientes con mis artículos y reflexiones, que me siguen con sincero interés y así me lo hacen saber en comunión de ideas que a la par retroalimentarnos tan pronto las condiciones de tiempo nos permiten a las partes, gracias por dedicarme su valiosos minutos, gracias a los y las colegas profesoras que toman mis reflexiones como referencias para dialogar con sus estudiantes en clase o cuando las circunstancias lo ameritan.
A quienes insultan y amenazan por el contenido de mis artículos y reflexiones, o a los que se mofan, también vaya mi respeto. Si Uds. estuvieran claros y claras en sus convicciones también serían fervorosos y fervorosas defensoras de sus ideaspero quienes valoramos el haber llegado a quince años de proceso revolucionario en Venezuela, se dice fácil pero no ha sido así, no ha sido poca cosa, quienes hemos militado toda la vida sabemos valorar por todas las vicisitudes, además que estamos muy conscientes por todos los aciertos y veleidades por las que tenemos que transitar porque no es tiempo de despetalar margaritas: estoy con la revolución, no estoy con la revolución. Muy bien nos los advertía el Comandante Ernesto Che Guevara: ¿Quién dijo que la Revolución es un lecho de rosas?
Ya José Martí con una comprensión filosófica dialéctica lo graficaba de tal manera: “Nuestro vino es amargo pero es nuestro vino”. Extraordinario! Cierto?
Hay errores? Los hay! Hay aciertos? Los hay. Desempolvemos pues la balanza de la historia y sopesemos. En algunas personas afín a la Revolución caló la profusa campaña de Globovisión en su oportunidad y de la oligarquía de que una década de gobierno chavista es suficiente para haber cambiado estructuralmente a Venezuela. Pues la Revolución en Venezuela escogió el camino más difícil: educar, organizar y luchar. Alguien decía en una conferencia: “Estamos en presencia de un desorden creador”. Es cierto: no somos nipones, ni europeos, somos Caribes. Este muy complejo proceso de transición se llevó a cabo bajo la conducción de Hugo Chávez Frías –no seamos mezquinos ni mezquinas- si no hubiera aparecido Chávez Frías y los jóvenes rebeldes del 4 de febrero y del 27 de noviembre del 92 y la efervescencia del 27 y 28 de febrero del año 89 en el escenario, no soy adivino, pero no tengo la certeza de dónde estuviéramos hoy, de repente estuviera gobernando EE.UU a Venezuela con un Sargento o un Coronel gringo en Miraflores tutorado por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, el grueso de la población quizás estuviéramos: muertos, exiliados o purgando cárcel. La oligarquía mediría también muy bien lo que hablaría y lo que haría porque también le darían sus planazos y carcelazos ya que EE.UU no tiene amigos, tiene son intereses.
Si vale el ejemplo, la Revolución es como una mazorca, hay que quitar de manera sostenida, científica, a consciencia, midiendo lo acertado y oportuno, cada hoja hasta llegar al grano.
