Desde hace aproximadamente un mes, en la señal satelital de DIRECTV se está transmitiendo en sus cortes comerciales una pauta publicitaria en la que aparece una señora con el “fenotipo” de humilde (de aquellas que nuestra hermosa Barbie mantuana, María Corina Machado, se limpian su acicalado rostro cuando la besan) oteando el horizonte de los cerros caraqueños y donde una dramática voz en off narra algo así como la desesperanza del pueblo que ya no aguanta y que la salida para todo esto en Venezuela ya tiene una solución con fecha, es decir, hay una Solución Final.

Esta connotación no es ningún mensaje subliminal, es una clara forma de decir que ya existe un entramado de la MUD, dispuesto al desconocimiento del orden cívico pre y post electoral y que implica subvertir este orden. Es por eso, que nos podemos imaginar que habrá acciones tipo “candelitas” diseminadas por todo el territorio nacional hasta llegar a un momentum o cisma desestabilizador, con el balance de muerte y destrucción que nos tienen acostumbrados y que seguiremos siendo imbéciles si nos acostumbramos a esto.

La simbología política de “nuestra” derecha es realmente fascista, sin miramientos. Al igual que Hitler, la MUD en su transitar pinocho y camaleónico, se ha convertido en una variopinta legión donde los izquierdosos resentidos se acunan, no en el regazo de la cúpula fascista, sino a los pies de esta como simples y vasallos almohadones donde se limpian los zapatos. ¿Por qué la MUD los recoge? Simple, porque con el aditivo de estos “amargados camaradas” la MUD al igual que el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán de Hitler, quiere hacer ver a la gente, que en su “amplio talante democrático” la izquierda o los socialistas, tienen cabida dentro de su conformación política, aun cuando en verdad son los tontos útiles que manipulan en las calles para crear el caos de muerte y destrucción como en otrora los hacían los camisas negras de Hitler, que después devinieron en las temida SS o la Gestapo. Todos sabemos en verdad que la MUD no quiere nada con la clase trabajadora y el pueblo humilde y mucho menos con los que profesan realmente el dialéctico pensamiento de la izquierda reivindicativa, de arraigo social y humano. Lo de ellos siempre será prioridad la clase excluyente, racista, xenófoba y explotadora, lo demás son eufemismos para la distracción.

La MUD con esta Solución Final (Tiene fecha de caducidad según ellos) pretenden crear una expectativa de que las cosas van a salir como ellos quieren y que de no ser así, la respuesta será la que todos ya conocemos: violencia. Es la misma semántica de las SS de Hitler, es la misma finalidad pero sin campos de concentración ni cámaras de gas como espacios físicos, sino como escenarios portátiles. Es crear el escenario a una confrontación del pueblo contra el pueblo, mientras divulgan capítulos y capítulos de una especie de “Mi Lucha” escritos por Leopoldo López desde su merecido encierro, donde menciona sus ambiciosos planes a pesar que según el, no le tienen permitido escribir pero si poder publicar sus escritos en The New York Times.

El Gobierno Bolivariano no debe cejar su lucha en recobrar aquellos espacios que por acciones de individuos o grupos de poder se han perdido o se encuentran desconcertados. Acciones como la implementada en la frontera, se debe mantener más allá de un tiempo estipulado y que sea la normal capacidad del pueblo de obtener sus bienes y servicios fundamentales, lo que dicte las medidas de reapertura con las condiciones que favorezcan al mismo pueblo, que ansiaba este hecho. No podemos permitir caldos de cultivo social creados por ineptitudes o corrupción de los “servidores públicos” o por la acción destemplada de la derecha y que todo esto sea utilizado como ingredientes para crear la Solución Final, sin que haya respuesta alguna,

El estamento socio-político de la Revolución debe estar fortalecido para todo los escenarios y que de ellos salgamos protagonistas, no simples espectadores que después tengamos que lamentarnos por un mal desenlace.



Sin el legado de Chávez no hay Revolución y todos somos Chávez en esta Revolución.



Carlos j. Contreras C.

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