En la gestión del estado neoliberal que tenemos la falta de flujo de la información resulta una traba para el desarrollo de las actividades ejecutivas del propio estado, pero todavía más en los actos de soberanía, el estar informado de manera oportuna y veraz como indica las leyes venezolanas pero especialmente la CRBV, resulta una prioridad política hoy. El conocimiento es parte de un ámbito estratégico del cual muchas veces no estamos conscientes y dicha debilidad en la gestión de la información para actuar con celeridad en procesos que sean necesarios resulta un acicate para la transformación del estado
Imagínense un pueblo al que no le llega información sobre los actos de sabotaje “subterraneo” o a cielo abierto disfrazados de mentiras y que acumulan en su imaginario con desinformación virtual, siempre falsa, manipulada, tergiversada, consecutiva, permanente y reiterativa.
Ahora que hago estudios y lecturas sobre ciencias de la información a través del PNF de la Universidad Andrés Eloy Blanco, el Archivo General y la Biblioteca Nacional, me ha tocado profundizar sobre este tema contrastando las circunstancias del flujo, manejo o manipulación de información, el silencio como recurso o las mentiras, calumnias que se expresan de manera muchas veces ocultas en la misma administración pública venezolana para minar la moral insurgente del chavismo.
Razón tenía Chávez cuando dijo que había que construir otro estado sobre las cenizas del actual, cosa no muy fácil pero no imposible.
Es interesante conocer que en la misma estructura jurídica legal de este estado se establecen sanciones a quienes voluntariamente o involuntariamente supriman o alteren información sobre alguna gestión pública documental, tal y como lo señala el artículo 231 del Código Penal: “Cualquiera que haya sustraído, suprimido, distribuido o alterado algún instrumento o efecto de hecho punible, acto o documento colocado en una oficina pública a cargo de algún funcionario público en razón de su carácter, será castigado con prisión de seis a treinta meses”
Solo para citar una regulación del Código Penal Vigente, sin embargo en el ámbito político y especialmente dentro de la función pública, existen elementos que indican la enorme debilidad que tiene el proceso bolivariano en lo que hemos llamado “flujo de información” que atañe a la gestión de gobierno, de lo que se trata es de advertir las debilidades para que se tomen los correctivos a tiempo.
Por ello es necesario que el pueblo entienda que existe una guerra simbólica silenciosa a la que nos exponemos los venezolanos porque esta Patria esta en la mira de los ataques de la contrainsurgencia nacional e internacional es decir los enemigos de Venezuela, por lo tanto se trata de un tema estratégico al que debemos dedicarle recursos, esfuerzo e inteligencia donde lo colectivo se hace fortaleza, lo que algunos han llamado “inteligencia social o colectiva”.
Es necesario advertir que el “silencio” también desinforma y ha sido una herramienta muy efectiva probada a través de los años. Finalmente felicitaciones a la Escuela de Historia de la Universidad Experimenta Rómulo Gallegos en Guárico por sus 5 años de existencia.