Vergüenza da la partidización del periodismo en que la ha sumergido las empresas de medios en nuestro país. Muestra a un botón es la entrevista realizada por Luisiana Ríos RCTV al cachorro de Fox en México, Felipe Calderón. En la misma podemos ver a una profesional de la prensa usando su cargo para mal poner a Venezuela. Ridiculizar al Presidente Chávez, burlarse de las declaraciones del Vicepresidente José Vicente Rangel, y sobre todo garantizar a través de las declaraciones, del que robó la voluntad popular en recientes elecciones, cómo será las relaciones de su próximo gobierno con las de nuestro país.
Si uno analiza a fondo a esta y que periodista, se puede ver a leguas que es una activista de un partido, el MOV (Medios de Oposición Venezolano). Fue solo a México a tratar de una vez por todas que el virtual gobierno a instalarse, si persiste el fraude, en próximos meses, rompa relaciones con nuestra nación. Tentando a Luis Felipe Calderón sacar alguna declaración que cause reacciones inmediatas a las autoridades de Venezuela, logrando a que dijera cosas.
Esa es nuestra triste realidad; periodistas que van como borregos y con muy hondas intensiones a desacreditar nuestro proceso revolucionario, metiendo a blancos y rojos en un mismo saco cuando se refieren a Venezuela, porque ellos y ellas piensan que le hacen un gran favor al país cuando van a otra nación a ponerla en contra de todos.
En este caso nuestra crítica va hacia Luisiana Ríos, quien hizo la cómica orgásmica al creerse estar en el periodismo de altura con las sesgadas y mal intencionadas preguntas. Ella a la que no hace ningún honor al reconocimiento dado como premio nacional de periodismo del que debiera de devolverlo.
Ella a igual que muchas y muchos otros periodistas lo que hacen es pisotear tan digna labor. Ella la misma encarnación magistral del anti-periodismo venezolano, que lo usan solo para crear división, manifestar los odios, sembrar dudas, mal poner al gobierno y lo más triste ocupar el papel de vende patria.
Qué interesante hubiese sido una entrevista a Felipe Calderón acerca del fraude que se le acusa. De sí en dado caso se comprueba que el ganado fue López Obrador, qué acciones haría. Preguntarle sobre su programa de gobierno, de sí va a continuar con el Tratado Libre de Comercio. Cómo enfrentará la gran muralla gringa que se ha levantado entre su estado y Norteamérica.
Qué interesante hubiese sido haber logrado una entrevista al otro candidato. Haber realizado un gran reportaje de la concentración realizada en la plaza en México donde más de 500 mil personas manifestaron pacíficamente el respeto a la voluntad de las grandes mayorías.
Pero ella no lo hizo así, fue como borrega a complacer las ansias de venganza y odio de sus jefes. Es que el premio nacional de periodismo le quedo corto. No lo necesitaba, su cultura periodística va más allá que eso. Con solo armar unas preguntitas mal intencionadas piensa que es más que suficiente. Mi reflexión va a los revolucionario bachilleres que en este momento nos estamos graduando de bachiller; tanto la cuarta como la quinta cohorte, que de ese contingente una masa de hombres y mujeres optemos por estudiar comunicación social. Tenemos que levantar una nueva generación de periodistas que hagan honor a la profesión; que vayan por los pueblos, ciudades y naciones ha buscar la verdad y decirle a la gente las grandes y preciosas cosas que se está sucediendo en nuestro país.
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