Era Gerente General de INDUSTRIAS PAMPERO presidida por Alejandro Hernández, además de Presidente del PAMPERO BBC, afiliado a la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, recordado y extraordinario hombre de empresas venezolano, quien contaba en su Junta Directiva con destacados empresarios venezolanos , entre estos, ALEJANDRO OTERO SILVA, hermano del entonces Director del mas leído matutino del país, EL NACIONAL. Gobernaba Venezuela RAUL LEONI y había FIDEL CASTRO comenzado en Cuba, cinco años antes, su movimiento revolucionario. Contaba EL NACIONAL con los mas destacados periodistas del momento, entre estos el hoy Director de Ultimas Noticias, el buen amigo, ELEAZAR DIAZ RANGEL y una serie de muy buscados columnistas de todas las tendencias ideológicas. Sus paginas deportivas y culturales eran las mejores de la prensa nacional Era todo una sensación periodística con la sola, seria competencia comercial de El Universal, dirigido por Luis Núñez, mientras la Cadena Capriles elevaba vuelo con su tabloide Ultimas Noticias y posteriormente el vespertino El Mundo.
¿Se preguntará el lector a qué viene toda esta breve introducción? Bien , hoy finalizando el 2006, muchos profesionales del periodismo, de nuevas generaciones, no conocen de este pasaje histórico del medio escrito venezolano a que fue sometido El Nacional, así como otros muchos lo han olvidado.
Se había anotado El Nacional, según la gran burguesía caraqueña, a la divulgación de los principios del caso cubano. Eso no gustaba. Era peligroso a los intereses de muchos. Una, quizás mala enseñanza al pueblo venezolano. Se tenia que terminar con esta “ insurgencia “ periodística. De modo que se originó el movimiento OLA, capitaneado por damas de la sociedad caraqueña, siendo una de sus lideresas la esposa de mi buen amigo , Nicomedes Zuloaga hijo, Cachi Pocaterra La acción de la OLA constituía en llamar a todos los anunciantes de la edición del día y decirles que por tener avisos en dicho periódico , se quedarían sin línea telefónica el resto del día. Y así sucedía, dejando descolgado el teléfono quien hacia la llamada. También se hicieron muchas reuniones en defensa de “ la prensa democrática “ venezolana y se consiguió el apoyo casi total del empresariado, al punto que El Nacional había bajado su paginación a doce o l6 unidades, sin avisos importantes, aunque sostenía su circulación.. El periódico estaba francamente quebrado y a punto de ser cerrado.
Era necesario salvar la inversión comercial de sus accionistas y es cuando se le ocurre a ALEJANDRO OTRO SILVA , conversado y aprobado por su hermano Miguel y hermana Clara Rosa, quien vivía en Chile, hacer cambios en la Dirección y Gerencia del diario. Se le nombró presidente de la misma en sustitución de un recordado , magnifico amigo, ALFREDO CONDE JAHN, se nombró a RAUL. VARELA, Director y no tuvo otra ocurrencia que solicitarme en INDUSTRIAS PAMPERO, para ser el Vicepresidente Ejecutivo,.permitiéndome pasar a ocupar su puesto en la Junta Directiva. Tremenda misión: sacar del foso al gran periódico venezolano, EL NACIONAL. Aceptado el reto, se formó una nueva Junta Directiva y se inició la tarea, viajando Miguel a Italia , no sin antes darme sus buenos consejos, como el gran periodista que había sido toda la vida. En todo medio escrito, el editorial ( en El Nacional su mancheta diaria ) es la posición del periódico. El resto “ siempre tiene que informar verazmente y las dos versiones. Por eso es que el periodista tiene que saber escuchar, leer mucho y luego escribir con la mente y no el corazón “ Aun los sostengo como ética de la profesión que hoy ejerzo con mucho orgullo. Fue el comienzo de mi carrera periodística, al margen de la estudiada universitariamente GERENCIA Y FINANZAS AVANZADA.
La lucha fue difícil y se hicieron muchos ajustes, tanto comerciales como de personal, pero el empresariado pensaba que si Miguel regresaba, se habría perdido el esfuerzo y “ éxito “ que se había logrado. Alejandro Otero no veía resultados positivos a corto o mediano plazo e inició conversaciones con el GRUPO MENDOZA, presidido por el gran industrial , EUGENIO MENDOZA. Se me impartieron instrucciones de preparar todos los Estados Financieros al día y estar en condiciones de responder a todos los interrogantes que surgirían en unos días en las oficinas de Don Eugenio con su excelente equipo de técnicos y asesores. Llegó el día y nos presentamos Alejandro Otero y el que suscribe con toda su papelería debajo del brazo. Una reunión de tres a cuatro horas, placentera y de profunda calidad humana. Se recibió la oferta del GRUPO, acondicionado a que mi persona seguiría de Vicepresidente Ejecutivo, dado que tenia todas las respuestas grabadas cerebralmente y respondía de la mas sencilla a la mas complicada para la satisfacción del vendedor, Alejandro y el comprador, Don Eugenio. Quedó Alejandro Otero en contestar en tres días, luego de la consulta respectiva a su hermano Miguel y hermana, Clara Rosa.
En el camino de regreso a las oficinas del periódico, manejando Alejandro , le hice la pregunta: “ Señor Otero y para qué vende si nosotros podemos hacer exactamente lo mismo que va a hacer el Grupo Mendoza ? “¿ Esta usted seguro ?, fue su respuesta. “ Claro que si”. Cuando llegamos a Puerto Escondido, bajándose del auto me volvió a preguntar. Le respondí con la misma seguridad. Al entrar a su oficina, me dijo “ siéntese un rato, vamos a conversar “. Media hora después me decía, “ NO VENDEMOS“,: vamos a seguir adelante.” Y así fue. Meses mas tarde los anunciantes estaban regresando. La confianza generada por Alejandro Otero Silva, igual iba a hacer Don Eugenio Mendoza, logró que el GRUPO OTERO permaneciera como los únicos dueños de ese gran matutino. Habíamos cumplido con sus accionistas. El periódico se había salvado con sus mismos accionistas, la Familia Otero Silva.
Son cuatro las épocas que ha vivido EL NACIONAL desde su fundación por Don Henrique Otero Vizcarrondo, luego la de su hijo, MIGUEL OTERO SILVA, excelente novelista y periodista de clase, seguida por los años en que presidió ALEJANDRO OTERO SILVA y posteriormente la llegada de MIGUEL HENRIQUE OTERO CASTILLO
Dejo al lector el calificar los éxitos o fracasos de cada una de estas épocas al día de hoy de ese gran matutino venezolano, premiado en el pasado, varias ocasiones, como uno de los grandes medios escritos del Continente.