A veces nos damos cuenta que no hemos perdido nuestra capacidad de asombro por todo lo que está pasando en nuestro país con respecto a la no renovación de la concesión del espectro radioeléctrico. Muchos y muchas, salen a rasgarse las vestiduras y a llorar frente a las cámaras, siguiendo un guión que repiten hasta la saciedad y que les ha dictado desde las oficinas de las presidencias de los medios.
¿Quién puede tener en un medio de comunicación venezolano la potestad de decir la verdad?
¿Quién puede estar en contradicción con la línea editorial de un medio de comunicación?
Muchos de nuestros periodistas saben que la dictadura empresarial no les permite el libre ejercicio de la profesión. Tampoco les permite una creatividad informativa más allá de los intereses de los grupos económicos y políticos que invierten en la empresa en la cual trabajan.
La dictadura mediática es constante, sistemática y hasta inconstitucional. Los dueños de los medios y sus altos empleados de confianza, utilizan los sueldos y salarios de sus trabajadores, como método disuasivo para mantenerlos en el corral de la línea editorial.
La profesión del periodista ha sido secuestrada y mediatizada para que cumpla la tarea de enajenar y manipular a las masas, esto no es nuevo. Están siguiendo viejos patrones nazis que se emplean hoy día, para justificar el plan terrorista de derrocar al gobierno revolucionario ante la imposibilidad de derrotarlo limpiamente en las elecciones.
La aventura golpista ha sido la constante en la línea editorial de casi todos los medios de comunicación en nuestro país. Han abandonado la sagrada tarea de informar, para dedicarse a la diabólica conspiración terrorista, invocan a cada instante por las pantallas de televisión, por emisoras de radio y periódicos, la posibilidad de una guerra civil, o de una invasión norteamericana. Esto solo para mantener privilegios de castas oligárquicas y para entregar las inmensas riquezas de nuestro país a las transnacionales.
¿Es el gobierno revolucionario una amenaza para la libre expresión en Venezuela?
Considero que lo que más ha molestado a los grandes empresarios de la comunicación en Venezuela, es el surgimiento de otras formas de comunicación alternativas que amenazan el imperio del monopolio de la manipulación mediática. Nunca en la historia de nuestro país se había visto tal proliferación de medios alternativos en manos del pueblo.
El gobierno revolucionario ha promovido la creación de estos medios alternativos como expresión de su propia supervivencia. Fueron estos medios lo que alertaron al pueblo acerca de los verdaderos intereses de los golpistas en los días de abril del 2002.
Fue a través de estos medios que la gente supo hacia donde debían movilizarse para rescatar a su presidente y restituir el orden constitucional.
El golpe militar fracasó, porque los medios alternativos los derrotaron. Esto lo sabe el imperio y lo saben los grupos oligárquicos que controlan a los grandes medios. Un golpe a la democracia venezolana, seria un duro golpe contra los medios alternativos.
Es por eso que cualquier intentona de golpe, tendrá su primera acción terrorista contra los medios de Comunicación alternativos y populares.
La gran preocupación de toda la oligarquía y del imperio esta en ver que el cierre de de RCTV, no ha convocado marchas masivas contra el gobierno "Comunista" de Hugo Chávez Frías. Esto nos revela desde la base de un análisis rápido, que cualquier otro intento de golpe de estado va hacer muy duro y criminal para poder frenar el elemento que Allende no tuvo para salvar la revolución chilena, los medios alternativos y populares en manos de sus verdaderos dueños, el pueblo.
Están preocupados porque no han conseguido apoyo en la Fuerza Armada y por que es el mismo pueblo en cabildos abiertos y en parlamentarismo de calles, el que pide el cierre de estos centros de desinformación. Ellos ven con preocupación que la democracia popular que ha nacido alentada por los cambios políticos revolucionarios, ha creado conciencia en las masas que en otros tiempos ellos y ellas manipulaban a su antojo a través de sus empresas de comunicaciones.
Están preocupados, porque el gobierno revolucionario está usando las mismas armas y las mismas leyes que ellos y ellas crearon en la cuarta república, para ejercer su monopolio mediático en contra de quienes deseaban hacer realidad aquel principio que los medios de comunicación deben informar, entretener y educar.
Solo los periodistas y locutores mediocres, los que están dispuestos a dejarse manipular, tienen opción de salir en pantalla, aunque sea hasta marzo.
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