DESDE CARACAS.- Ante el gesto revolucionario de no renovarle la concesión del espectro radioeléctrico a Rctv, Marcel Granier ha decidido salir a buscar ayuda a los organismos internacionales, porque siente que en Venezuela ya no lo están apoyando.
Estuvo en España y desde allá dijo que en Venezuela se viola la libertad de expresión. Fue hasta el parlamento europeo y siguió diciendo que se violan los derechos humanos, y más.
Marcel ha salido a viajar en busca del tiempo perdido. Quedan ya muy pocos días y su accionar político no ha logrado calentar las calles y mucho menos los medios. Los amigos ya se han ido casi todos. Apenas está allí Globovisión, el Nacional, y El Universal.
Marcel sabe que jurídicamente está perdido. Que es un contrato que logró firmar con su ex amigo Jaime Lusinchi, el 27 de mayo de 1987, y que después de 20 años, todo tiene su final.
Sabe que no están cerrando ningún canal, que por el contrario, están abriendo todas las posibilidades para que la mayoría se exprese como no se había expresado nunca.
Siempre fue Marcel quien dictó lo que se debía ver en la pantalla de su canal, de su familia, de su propiedad privada.
Sabe Marcel que el espectro radioeléctrico le pertenece al Estado, y es el gobierno al que le corresponde otorgar o no esa concesión. Eso es así aquí, en Venezuela, y en todas partes del mundo. Lo que pasa es que muchos gobiernos no se atreven a no renovarle la concesión a muchos medios por temor.
Lo sabe todo Marcel, pero no lo dice. Sabe Marcel que la verdad es revolucionaria y él no la puede decir.
Son muchas las personas que están de acuerdo con el cese de la concesión, pero tampoco lo dicen por temor a coincidir con Hugo Chávez. Artistas, profesionales y técnicos saben que ha sido demasiado injusto el trato de Marcel. Saben que Marcel estuvo en Miraflores el día del golpe mediático. Marcel lo niega, pero todos lo vieron en pantalla, porque como dicen ellos, la verdad se ve en pantalla.
Marcel está viajando con sus fantasmas. Va por Europa repitiendo lo que ya casi nadie cree. Ahora Venezuela sigue ampliando la democracia. La democracia sigue creciendo. Porque ahora se están democratizando los medios de comunicación. Ahora es la mayoría la que, como debe ser, decide. Y esta mayoría, que es el pueblo, ha decidido participar y hablar y verse por ese canal, porque ahora más que nunca, esa mayoría tiene con que.
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