“no puede ser que estemos aquí para no poder ser”
(Julio Cortázar)
Hace muchos años existió un movimiento estudiantil organizado, disciplinado, responsable, con aliento histórico y generador de ideas.; se cuidaba hasta la edición de los volantes, documentos, cualquier mensaje por sencillo y emergente que fuera. A las tres o cuatro de la mañana salíamos de pintar pancartas, pegar propaganda o de una discusión. Se luchaba 36 horas diarias por lo que hoy disfrutan nuestros estudiantes de tal forma que les parece imposible que hoy una sola de esas conquistas (logradas en la sangre de nuestros mártires) sea tema de discusión en alguna mesa de negociaciones. “Tú nos conoces”, “Estudiar, Amar y Luchar” eran nuestras consignas. Nunca perdíamos en una elección y la ventaja con la cual ganábamos era tan grande que en realidad “no tenían vida” otros grupos adversos, de derecha o de supuesta izquierda. Hoy vemos donde están alineados tales grupos.
Una tarde vimos la plana mayor de nuestra organización política paseándose por las calles de Mérida, estaban de turistas, no sabíamos que venían a la ciudad; vinieron a refrescarse la cabeza con los aires de lucha de nuestro movimiento, a hacer pasarela de cinismo ante nosotros (los que supimos que estuvieron aquí antes de que lo dijera la prensa). Habían hecho su trastada: vendieron el partido, símbolo junto al PCV de la verdadera izquierda. Pompeyo, Teodoro, Segundo Meléndez, y otros, paseándose como una pandilla de traidores, felices de su hazaña, observando vitrinas en el comercio, riendo, de vez en cuando abrazados, comiendo y bebiendo fino en restaurantes exclusivos donde los soldados no entrábamos. Burlada la masa de estudiantes y líderes expertos en ganar elecciones, promover eventos de formación política y de solidaridad con pueblos y personas, se quedó huérfana de partido. Las Medeas vendieron tan bien el partido que el CSE (Consejo Supremo Electoral) determinó que las siglas y otros símbolos eran de exclusiva propiedad de los corredores de bolsa que siempre dijeron ser nuestros “máximos jefes”. Todo el que tenga memoria en Mérida sabe que el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) es sinónimo de magnanimidad y buen proceder político y que por ello nunca fuimos cobardes ni agredimos jamás a la ciudad y sus ciudadanos. Más bien la violencia oficial era terrible y un famosos policía apodado “Robocop” se daba el lujo de marcar una raya en su arma cada vez que mataba a un estudiante. Hoy goza de entera libertad y disfruta de su pensión como un Posada Carriles cualquiera. Y esa consigna que hoy arrastran por el lodo quienes se dicen “dirigentes estudiantiles”, la de “Estudiar, Amar y Luchar” era un lema hecho verbo y carne. Entonces dábamos dignidad a la frase de Mariano Picón Salas “Mérida es una Universidad con una ciudad por dentro”. Tal parece que estas abubillas, comedores de asfódelos del averno, no conocen límites cuando se trata de enlodar nombres, banderas, frases históricas o cualquier tipo de símbolos. Hoy disfrutan de Residencias como la Domingo Salazar, cuyo nombre se cayó del edificio donde estaba y duró meses en el suelo hasta que lo retiraron y no lo han vuelto a poner. Nadie de los que vive allí sabe por qué se llaman así.
El Presidente Chávez dilucidó el vicio que existía entre el Banco y la ULA y vino a hacer entrega absoluta de ellas a los Estudiantes. Ayer fueron casa digna de estudiantes seleccionados con justicia por su situación económica y social, como académica. Hoy, salvo contadas excepciones (que las hay) es sinónimo de todo el detritus que puede anidar en la zona oscura de la realidad. Andan nuestros estudiantes con naturalidad en las unidades de transporte, con su medio pasaje; se elevó entonces el nivel salarial de los preparadores y se redactó un nuevo reglamento y se amplió el porcentaje de beneficiados con las becas. Hoy es necesario revisar esto último para que den ganas de ir al banco a meter la tarjeta. Ese mismo período de nuestra acción autoridades, profesores y dirigentes nos uníamos para pedir “presupuesto justo”, reconocimiento de deudas, firma de convenios, pago de deuda, etc. Y teníamos una real conexión con la historia: con la revolución Nicaragüense, Salvadoreña, con Puerto Rico, Vietnam, Yugoslavia, Cuba, Colombia. Muchos de nuestros dirigentes tuvimos el honor de reunirnos e intercambiar con los máximos líderes de esas Revoluciones. Líderes asesinados la mayoría o muertos en combate. Ya los que de esa época faltaban por saltar hacia la otra orilla terminaron de hacerlo, al abandonar (voluntariamente o por presión del espejo en que se miraban cada día) el carro de la Revolución que soñamos un día y que hoy vemos dar los primeros pasos. Y ahora los que dicen “Estudiar, amar y luchar” son señalados como violadores, guarimberos, fascistas, disparan contra funcionarios que también son universitarios y estudiantes, destrozan el frente de su propia casa, destruyen la ciudad de los merideños, la cual han mantenido secuestrada poniendo como slogan la frase de Don Mariano. ¿Por qué agraden a esta ciudad tan noble y de mejor pasado? ¿Cuál libertad de Expresión? ¿La misma libertad por la cual nos expulsaron a los profesores Miguel Angel Mudarra, Julio Carrillo y a mí de la Emisora ULA 107.7 que pertenece a la ULA y es hoy casi un clon de Globoficcíón? ¿Por la misma libertad de expresión que defiende el gobierno de Mérida cuando sacan a los defensores de la Revolución en la Emisora Mundial los Andes 1.040 que pertenece al circuito YVKE Mundial ( sector oficial) por presiones del Gobierno de Mérida?. Ni fascismo de IV ni fascismo de V. La Revolución tiene mucho qué hacer aún junto a los verdaderos estudiantes.
En Colombia los estudiantes fascistas matan a sus profesores ante la puerta de sus aulas pero nunca han podido matar la verdad. Yo dicté un Taller de poesía en los 90’s en el Internado Judicial de Mérida y la primera condición que puse fue que no quería entre el grupo postulado al asesino de Carvallo Cantor. Tampoco él pidió participar. El día que nació el Movimiento 13 fue un acto de Dignidad irreprochable a pesar de lo desproporcionado de la respuesta. Ese día recogieron nuestra consigna y creí que quedaba en buenas manos. Triste destino tienen ciertas frases de poetas y luchadores. Todo el que tenga memoria y añore la política como arte y como signo de alegría, esperanza y conquista, sabrá que hay que quitarse el pen drive y la gorra para recordar al Movimiento de Izquierda Revolucionaria. ¿Y dónde están esos líderes? Unos visitaban (al graduarse) el Palacio de Gobierno y luego cruzaban la calle hacia el Palacio Arzobispal, en menos de un mes abrían su propio negocio: “DINERO INMEDIATO”; otros, haciendo cola en Globoficción para ejercer su coprolalia. (Y que me perdone la ficción, ya que escribo y vivo de ser profesor de literatura.) . Con razón dicen que el ser humano es el único que ensucia en el plato donde come.