Amarillismo y sensacionalismo periodístico ¿Qué beneficios ofrece al país?

Durante muchos años el sensacionalismo periodístico ha sido utilizado por los diversos medios de comunicación, con el firme propósito de incrementar sus ventas y ganancias. Utilizar imágenes con cadáveres destrozados y ensangrentados por las diversas causas que originaron su muerte es algo totalmente improductivo.

Actualmente, en nuestro país muchos periodistas están redactando las famosas "crónicas rojas" no con la finalidad de informar, sino para despertar el morbo en los lectores; originando a su vez, el incremento de las actividades delictivas. Esto no lo digo yo solamente. Por el contrario, se han realizado innumerables estudios científicos que así lo ratifican.

Estos artículos, son realizados con matices y expresiones subjetivas que el redactor o periodista le colocan. Por supuesto que las crónicas, como género periodístico y literario, permiten hacerlas de esta manera.

Ahora bien, ¿Es necesario mostrar litros de sangre esparcida en la tierra para difundir noticias y reportajes?

Si bien es cierto, que todavía en el mundo la formula propuesta por William Randolph Hearst del "sexo, violencia y vicios" incrementa las ventas; también crea antivalores en el seno de las familias. Pero, lo más importante para el capitalista es: Vender, vender y vender; no importa el daño que éste pueda generar.

Alguna vez, los redactores de las "crónicas rojas" han pensado en los familiares de las victimas, aunque sea por un momento. ¿Qué sentirán los padres cuando leen algo como esto? (todo lo que está escrito a continuación es un hecho ficticio. Lo hice con la intención de que sea más entendible el análisis).

Le destrozaron la cara a plomazo limpio por comerse la luz

"A un chamito de 15 años, cuyo nombre era Wilkleman Pérez, le llegó "la pelona" en horas de la madrugada del día de ayer, cuando un tipo drogado hasta las metras, le zampó doce tiros en toda su pequeña humanidad, luego de salir de una fiesta en la calle Páez, del barrio La Encantada.

Al parecer, el hoy occiso se encontraba en pleno bochinche con algunos amigos bailando. Pero lo que nunca se imaginó es que la mujer con quien estaba gozando un mundo, era la “jevita” de uno de los azotes de la zona.

Cuando se acabó la caña, salieron a comprar más. Pérez, acompañado de otros panitas se acercaron a la calle Vargas, que queda justo en la parte de atrás de la calle Páez (lugar donde se realizaba la fiesta). Allí, existe una casa que expende bebidas espirituosas las 24 horas, sin poseer los permisos respectivos para tal fin (pero ése no es el caso, sigamos con el relato)

Confiado iba Pérez caminando con sus amigos, dado que él, no conocía la zona, pero sus amigos eran habitantes del sector. De repente, casi de la nada y por arte de magia diabólica, se le apareció un tipo vestido de negro y con sendo "Yerro", el cual desenfundo para meterle 12 “pepazos” fulminantes, de los cuales siete fueron en la cara…

Litros de sangre llenaban la acera donde cayó Pérez. Uno de sus compañeros de caña decía: ¡No puede ser! Ese maldito lo mató ¡vamos a buscarlo! A lo que el otro respondió: Déjate de vainas; ni a palos yo persigo a ese choro…

Se presume que el presunto asesino responde al nombre de Giovanni Márquez, alias "El Bichito", quien ya tiene antecedentes penales, debido a la participación directa en una masacre ocurrida en el barrio La Santa Gloria, en San Felipe, estado Yaracuy…

La cara destrozada de Pérez, divisaba como el calor de las balas le habían calcinado los ojos, hasta el punto de adquirir un color vinotinto (algo así como la camiseta de nuestra selección de fútbol).

Uno de los curiosos que nunca faltan dijo: ¡Eso le pasó por haberse comido la luz con El Bichito!"…

Luego de haber leído el texto contentivo de un relato imaginario; le pregunto amigo o amiga lectora ¿Es necesario escribir de esa forma para que el público se entere de un asesinato?

Con esto, no pretendo decir que en el país no existen casos como el mencionado anteriormente. Lo que quiero indicar, es que la publicación de textos y fotos con carácter sensacionalista generan un clima de inestabilidad emocional en los receptores.

Se trata solamente de responsabilidad periodística, ya basta del irrespeto al sentimiento ajeno.

siguels@gmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 18283 veces.



Oswaldo José López

Periodista de @CiudadVLC/ Moderador del programa #EnLaCumbre, por @RNVcentral 90.5 FM

 Siguels@gmail.com      @OswaldoJLopez

Visite el perfil de Oswaldo López Martínez para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: