Dos diarios anzoatiguenses, ubicados en esta localidad, el Nuevo Día y El Tiempo, han cartelizado sus informaciones en desmedro de la búsqueda de la verdad y en función de legitimar y liderar el discurso oposicionista anzoatiguense.
En este sentido se puede observar que al constatar las notas periodísticas, de carácter político, que aparecen publicadas en El Nuevo Día, son editadas asimismo en el diario El Tiempo, casi con los mismos titulares.
Pero quizá la evidencia de la cartelización de estos dos medios y su maridaje sea la vinculación que existe entre Hernan Hidalgo, columnista editorialista de El Nuevo Día, ex–director de relaciones públicas del ex gobernador de Anzoátegui, Alexis Rosas, y Magda Llovera, su esposa, quien es la jefe de redacción del diario El Tiempo, ambos matutinos editados en Puerto la Cruz.
En este sentido, ambos diarios, están vinculados estrechamente al adecaje corrupto de Anzoátegui y al dinero mal obtenido.
El Nuevo Día (presuntamente) es propiedad del ex–gobernador adeco-lusichista, Otto Padrón Guevara, quien fue ficha de Blanca Ibañez; y el ex–alcalde de Cantaura, ahijado político de Otto Padrón, Antonio Barreto Sira.
Este matutino: El Nuevo Día Adeco, es apenas un pasquín que circula con 2 mil ejemplares y que además, (¡oh, coincidencias!) es distribuido por El Tiempo.
Ambos diarios, El Nuevo Día Adeco y El Tiempo Adeco, al igual que El Nazional y El Universal, no sólo han cartelizado sus procesos informativos, sino que lideran y constituyen la vocería oficial del oposicionismo en Anzoátegui, obviando su rol de informar con equidad y apego a la ética.
En el caso de El Tiempo, es conocida su vinculación con el otrora paladín de la corrupción adeca en Venezuela: Eleazar Pinto, otrora presidente del Banco de los Trabajadores (BTV), quien presuntamente entregó los dineros para que su testaferro: Jesús Máquez, adquiriera el periódico.
De esta forma: El Nuevo Día y El Tiempo, se dan la mano y mientras El Nuevo Día hace el trabajo sucio (inventa patrañas, elabora chismes, monta ollas periodísticas) El Tiempo lava esas patrañas, las toma como referencias y elabora matrices de opinión.
Pero cuál es la intención de ambos medios oposicionistas, sino dividir, desmebrar, parcelar, debilitar y destruir la unidad de las filas chavistas en Anzoátegui: cuya función de punta de lanza en esta región se encuentra asimismo en el alcalde boina roja de Puerto La Cruz (municipio Sotillo), Nelson Moreno, y su política del pomalaca: blanco por dentro, rojo por fuera.
Debilidad mediática del chavismo
Pero el proceso revolucionario venezolano y anzoatiguense no ha podido construir fortalezas mediáticas, inexpugnables, en el tema de los impresos.
Salvo el Diario Vea, y la tenaz labor de la familia García Ponce, experiencia que debe avanzar hasta producir un medio impreso a la altura de la tecnología informativa del ahora; no existen sino tímidos esfuerzos en Venezuela, que constituyen como palos de ciego en la noche profunda.
Y la respuesta ante esa debilidad mediática en los impresos, debe aprender de la experiencia en los medios televisivos con la noble actividad de Venezolana de Televisión (VTV), único medio que enfrenta, en su área de influencia, la desinformación oposicionista, pero que no es suficiente.
O quizá el periódico digital Aporrea, el cual debe mutarse en multiples experiencias regionales de Aporrea Impreso, Aporrea Televisivo y Aporrea Red Radial, para subir cerros y alcanzar segmentos de población C, D, F, E.
Otro tanto, ocurre con Radio Nacional de Venezuela (RNV) y su programación que, realmente, constituye un respiro ante la avalancha radial opositora.
Y la respuesta, en todos los orbes, debería ser calidad informativa y calidad en el tema del entretenimiento, pues si se ofrece calidad todo lo demás viene por descontado: prestigio informativo y de entretenimiento, al alcance del segmento de población que se desea alcanzar.
Guerra mediática escuálida mata soldado chavista por descuidao
Así pues, como en un escenario de guerra militar, es una locura enfrentar el poderío militar estadounidense con el poderio militar venezolano, por la intensa capacidad de fuego que poseen los gringos; y los escenarios de guerra militar plantean para el venezolano hacer la guerra en forma no convencional: tipo ejército vietnamita que derrotó al ejército de Estados Unidos de América.
Así mismo, es el tema planteado en el tema de la guerra mediática.
La debilidad mediática en los impresos, que poseen las fuerzas revolucionarias, no puede alcanzarse a comparar con la capacidad, organización y cantidad de diarios, revistas y periódicos que mantienen las fuerzas opositoras: su capacidad de fuego.
Entonces, como guerra es guerra, habrá que "inventar o errar" (como decía Simón Rodríguez) y construir redes alternativas de periódicos comunitarios y regionales de información, investigación y servicios, e igualmente televisoras y radios comunitarias: más poder de fuego.
Diarios que asimismo mantengan la experiencia del dazibao chino (periódico cartel mural) y del periodico estándar o tabloide. Que puedan desplegarse y mutar, desde la altura de un periódico estandar a una página volante.
Un periódico ágil, dinámico, fácil de leer, con atracción en la imagen y el diseño, impreso en miriadas para la ilustración, información y entretenimiento de vasta mayorías.
No olvidemos que Anzoátegui es un área geografica estratégica, quizá por ello es que los gringos montaron ahí en Lechería, en predios de los justicieros de la alcaldía del Municipio Urbaneja, un American Corner, un rinconcito americano, que es ciertamente una pequeña embajada de Estados Unidos en tierras anzoatiguense con patente de corso para manipular, e implotar al chavismo desde adentro en esta geografía de privilegio por su alto porcentaje como reserva mundial de petróleo en la Faja del Orinoco de hidrocarburos.
canachelarosa@yahoo.com