El cobero (autocobiao) Oppenheimer y su "muy objetivo" balance del 23N

El azufrado y sesudo periodista por encargo, Andrés Oppenheimer, lanza en el Nuevo Herald sus conclusiones sobre quien ganó las elecciones en Venezuela. Pero, atención, para documentarse bien y no meter la pata, decidió entrevistar a quien (según Oppenheimer) es el venezolano que más ha estudiado “el fenómeno chavista, y con mayor objetividad y cabeza fría: Teodoro Petkoff”; además de haber conversado -para su “artículo”-, con otros dos “objetivos analistas venezolanos”: Alfredo Keller y Oscar Schmel (¿?). Caramba, se nota que Andrés no vive en Venezuela.


Y siguiendo los señalamientos “imparciales y muy objetivos” de Teodoro y demás entrevistados, el sesudo “analista” ex argentino, llega -obvia y necesariamente- a la conclusión (la que le dictan sus jefes) que el Gobierno perdió las elecciones del 23N y que, salvo un repunte de los precios petroleros, “Chávez seguirá perdiendo apoyo interno” (¿será que en el 2006 el petróleo estaba a 150 dólares el barril?, me pregunto). Todo un pitoniso, pues.


Petkoff no le aclaró, ni Oppenheimer se enteró, que el PSUV sacó más votos que el resto de partidos juntos; que el PSUV sacó cuatro veces más votos que el segundo partido mejor votado y tampoco consideraron el número (mayoritario) de alcaldías y parroquias ganadas por el chavismo en esos mismos cinco estados donde una dispersa -y carente de liderazgo- oposición obtuvo victorias circunstanciales, y por la mínima. Pues nada de eso le contó Teodoro a Oppenheimer. Además, le aseguró alegremente que el gobierno solo pudo ganar en los estados donde la oposición marchó dividida. Mayor objetividad, imposible.


El apóstol neoliberal Andrés Oppenheimer, golpeado últimamente por el repudio generalizado a su idílico (y descalabrado) modelo expoliador y especulativo, prefiere hacer como el avestruz, y enfila sus energías contra el combate de algo que para él resulta hasta más peligroso aún que el anti-neoliberalismo rampante: el avance de la izquierda en América Latina y el asomo de un socialismo nuevo, en democracia, del siglo XXI.


Se resiste a creer en el cambio de época, hasta el maquillaje (¿o será el color?) de Obama le produce escozor. Enfila sus desgastadas baterías, al mejor estilo pitiyanqui, para tratar de descalificar los procesos socio-transformadores en marcha a lo largo y ancho de Nuestra América. Correa, Lugo, Evo, Ortega, no se diga Chávez o los lideres cubanos, son sus declarados enemigos a execrar. Vive siempre buscándole la quinta pata al gato. Siempre apuntando a la paja en el ojo ajeno sin ver la viga en el propio. ¿Con qué calidad moral puede actuar este “ilustrado caballero”?.



Tal Cual o tal para cual…y desde ese prisma, desde ese temor, y desde ese odio hacia la gente de a pie, es que observa Oppenheimer todo cuanto acontece en Nuestra América. Detesta afortunadamente, pues ese tipo de gente mejor de lejos, este hermoso e irreversible proceso de cambios radicales. En fin, no podemos pedirle peras al horno. Que siga rumiando y escuchando los cantos de ballena.


Por cierto, Andrés termina con broche de oro su impresionante análisis sobre la situación política venezolana post 23N, enviando un mensaje a la oposición: “aprendan la lección, donde van unidos ganan, donde van divididos pierden”. Y les gira una última recomendación: “únanse (por el amor de Dios) para sacar a Chávez en el 2012”. Total, soñar no cuesta nada. Bolívar Vive.


josesoto59@hotmail.com


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