Es comprensible, Teodoro, que te vayas por la tangente. Algo tenías que decir en contra nuestra para medio quedar bien con tus actuales aliados políticos, esos de quienes en privado dices las cosas más soeces, y en público sales alabando como carmelitas descalzas, prohombres de la democracia, santones incapaces de una mentirilla blanca.
Es comprensible que te vayas por la tangente, y no toques el fondo del asunto, porque no puedes explicar, sin quedar peor, por qué carrizo dices unas cosas de altísimo interés público por teléfono y otras muy diferentes cuando hablas o escribes para el público. Y no me refiero a los epítetos que prodigas a tus compañeros de la CD, sino al “tubazo” que, a pesar de dirigir un periódico, le escamoteaste a la opinión pública nacional e internacional, para cohonestar el engaño sistemático de tus nuevos camaradas a centenares de miles de venezolanos que aún creen en los voceros de la oposición donde militas.
Bien sabes, Teodoro, que pudiste haber publicado en tu periódico eso que María Corina Machado te dijo “el primer día”, que la oposición nunca entregó 3,4 millones de firmas, sino 3,1, como acaba de confirmar el CNE, incluyendo, por supuesto, las inválidas y las llamadas “planas” que ahora deben ir a reparo. Por alguna razón te callaste esa verdad, se la escondiste al país, y con ello dejaste muy mal parados principios fundamentales como la honestidad, la verdad, el Derecho a la Información e, incluso, el respeto a la vida, porque, Teodoro, bastante gente ha muerto por culpa –y por mano también- de los “mentirosos y coveros” con que te has juntado. Eso no es un tema banal, como haces creer a quienes no sintonizan VTV. Y que en tu conversa con Alberto Quirós Corradi reconozcas que los remilgos de la oposición para aceptar los reparos le dan la razón a Chávez en su denuncia de un megafraude no necesita mayor comentario. Eso es una noticia, aunque una parte de los medios privados y de los periodistas venezolanos no quieran verla.
La Constitución no debe leerse sólo a pedacitos, por artículos o párrafos que te convengan, sino como un todo. Es cierto que el artículo 48 garantiza la privacidad de las comunicaciones, pero el 58, el preámbulo y la exposición de motivos garantizan también el Derecho a la Información veraz, oportuna y sin censura. Cuando entran en contradicción dos bienes jurídicos tutelados, prevalece el de derecho colectivo. Pero eso tendríamos que dirimirlo jurídicamente. Te aclaro, sí, que como ciudadano repudio las intervenciones telefónicas. Pero te recuerdo que soy periodista, y que VTV es un medio de comunicación igual que otros donde también se publican conversaciones personales de carácter noticioso. Te recuerdo, además, que ellas han servido a los ciudadanos para conocer aspectos insospechados de nuestros dirigentes políticos, económicos y militares. El caso de las fragatas (que tú denunciaste como diputado), los pagos de la Disip a un diputado de tu antiguo partido, la connivencia de un jefe de la DIM y un dirigente de AD (Pastor Heydra) para espiar con “una cámara arrechísima” a José Vicente Rangel, entre otras, son algunas de las perlas que el venezolano común sólo pudo conocer por la publicación de una conversación telefónica.
Lástima que hayas entrado en la lista con una posición muy razonable frente a un excesivamente pragmático Quirós Corradi (“bueno, tú eres político, tú sabes que no hay palabra que dure 24 horas”), pero que en el fondo revela –o confirma, mejor dicho- que has contribuido, como “vivo útil”, al secuestro de la verdad por parte de los poderosos intereses que siempre dijiste combatir.
En cuanto a las referencias que haces a mi padre, te las agradezco, aunque sean para descalificarme. No me atrevería a hablar por él, pero apuesto lo que sea a que no te acompañaría en tus andanzas con semejantes socios políticos, como no te acompañó en tu éxodo hacia la derecha.
Recibe un saludo cordial y la invitación a discutir, cuando quieras, del tema “banal” del referendo revocatorio presidencial y del tremendo “tubazo” que preferiste ocultar a tus lectores.
Atentamente,
Vladimir Villegas
Periodista
Presidente de VTV