Hasta hace muy poco era una verdad inobjetable el omnipotente poder de los medios de comunicación de masas, mayoritariamente en manos del capital privado, en la inmensa totalidad del globo terráqueo. El impresionante y acelerado desarrollo de la tecnología en el pasado siglo XX, había propiciado el ejercicio del poder mediático en manos de reducidos grupos económicos sobre las grandes mayorías, con el embrutecimiento de los pueblos como su objetivo y razón de ser fundamental.
Magnates del poder mediático tanto en Nuestramérica como en la desarrolladísima Europa trocaron como por arte de magia en dirigentes, presidentes y primeros ministros. Y los medios en generadores de directrices políticas, ante el franco desgaste y deterioro de las estructuras y concepciones partidistas. Todavía hoy en día, en muchas realidades nacionales, contar con los recursos o los vínculos que garanticen al apoyo del poder mediático, representa garantía de triunfo.
Derrumbando este paradigma, con la consigna de que la revolución es fundamentalmente el despertar de las inteligencias del pueblo y bajo las banderas de la solidaridad bolivariana. Ha sido en este terreno: el comunicacional, donde se ha desarrollado en gran medida la Revolución Bolivariana, abriéndose paso, sobreviviendo y conquistando históricas victorias.
Al calor de la integración nuestramericana, inspirados en el ALBA bolivariana y con la iniciativa del pueblo venezolano; nace “Tele Sur” como una hermosa y efectiva alternativa comunicacional. Robustecida con el inmenso vigor de nuestras culturas, de hoy, de ayer y del mañana que estamos construyendo. Competimos con el más avanzado y sofisticado aparato comunicacional del imperialismo. Tele Sur está en sintonía y es expresión de la integración latinoamericana.
Las extraordinarias victorias revolucionarias de abril del 2002 y comienzos del 2003, donde la conciencia popular aguantó la feroz arremetida del imperio y sus lacayos, demostraron que el poder mediático de la oligarquía y el imperialismo, había dejado de ser omnipotente para frenar las luchas de los pueblos. Sirvieron para que el Comandante Chávez comprendiera cabalmente el carácter de esta guerra y la imperiosa necesidad de equiparnos en el área en que se libra. Y lanzó la propuesta de los medios alternativos y comunitarios. El pueblo se empodera de la palabra en los aires.
Aquellas hermosas expresiones que tenían antecedentes en las radios alternativas de los mineros bolivianos, de la insurgencia armada colombiana y centroamericana o la resistencia de las favelas brasileñas. Esa prensa revolucionaria que desde tiempos memoriales ha sido herramienta de lucha de nuestros pueblos. Se convierten en frente de lucha prioritario de la revolución y bajo sus banderas se siembra por centenares la radiofonía comunitaria a lo largo y ancho de la Patria Bolivariana.
La radiofonía comunitaria no es otra cosa que el arranque de la socialización de la radio en la construcción del socialismo del Siglo XXI. Es decir una herramienta del pueblo para la construcción del socialismo. Un arma de la guerra revolucionaria. De allí las legiones de enemigos de dentro y de fuera. Se trata de la organización de los contingentes para la lucha en un frente fundamental hoy por hoy.
A partir del 2003 la proliferación de radios comunitarias fue atendida al menos económicamente, recibiendo buena cantidad de ellas los recursos para equipamiento y acondicionamiento de los locales. Después fueron literalmente abandonadas, quedando las primeras y las que surgieron después en la más absoluta orfandad. Ahora, de un tiempo acá CONATEL el organismo al que le corresponde, ha retomado la atención a las radios comunitarias. Un poco con aquella autosuficiencia tecnócrata de engreídos poseedores de la verdad, que llegan a los colectivos a ordenar, más que a conocer o a aprender.
Hay que reconocer que las están tomando en cuenta nuevamente. Pero las radios y las televisoras comunitarias deberían ser atendidas con criterios profundamente políticos. Cada estación o Radio Comunitaria debería ser concebida como una Unidad Táctica de Combate. Elevando el nivel político ideológico del núcleo de sus integrantes, capacitándolos hasta para la eventual clandestinidad. Entrelazadas progresivamente y siendo expresión del movimiento popular en todos sus niveles. Y para ello se necesitarían experimentados cuadros revolucionarios y no solo jóvenes tecnócratas. Allí es muy importante el papel del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Podría decirse que la gran mayoría de las Radios comunitarias trabajan dentro de los lineamientos de la revolución bolivariana. Unos más, otros menos, pero fundamentalmente dispersos. Así mismo ya existen una buena cantidad expresamente y a propósito desligadas de todo concepto revolucionario como cualquier emisora comercial. Con las limitaciones como las ventajas de las comunitarias.
Se irán formando radios comunitarias, radios socialistas, en la medida y conjuntamente con el desarrollo del proceso, que el pueblo vaya construyendo socialismo. En medio de una comunidad indiferente, desorganizada, difícilmente, por muy capaces que sean sus integrantes y muy brillantes sea las orientaciones se logrará una radio verdaderamente comunitaria. Verdaderamente socialista
El Presidente Chávez ha orientado hasta el cansancio sobre la prioridad que deben dar los organismos públicos a las radios comunitarias para proveerlas de información y aportarles pautas. Pero parece que una cosa piensa el burro y otra el que lo arrea, no hay forma de que la gran mayoría de estos, ni tan siquiera las tomen en cuenta. Habitualmente se encuentran con la indiferencia de los funcionarios del área informativa, cuando no con su arrogancia. Personeros que se desviven por pagar lo que sea a los medios comunicacionales del enemigo, antes que respaldar y fortalecer a nuestras radios comunitarias.
Sin embargo hay que destacar el significativo respaldo que reciben de expresiones de la economía local, generalmente sin distingos políticos, lo cual dice mucho de su verdadera capacidad de penetración y la atención de los pueblos. De allí que la radiodifusión privada por un lado los ataque y por el otro esté empezando a buscar penetrarla, controlarla.
Se trata del área donde se libran hoy en día las más importantes batallas. Además del necesario control y freno a la impunidad de los abusivos medios de comunicación desestabilizadores de la contra revolución. Los medios alternativos y en este caso las Radios Comunitarias son el gran frente de batalla. Son la voz del pueblo organizado, instrumento de sus luchas y la revolución debe pujar por hacerlos cada vez mejores, más poderosos, porque estamos hablando de parte importantísima del poder popular. Ante el avasallante poder mediático del enemigo opongamos el poder del pueblo, la cultura popular, su arte, sus sentimientos, sus esperanzas, sus luchas, su revolución….que mil flores florezcan en la pradera.
Miembro del colectivo de PARAGUACHOA.
“Nuestra emisora comunitaria” en Juangriego.