Estimados camaradas socialistas, nunca he sido persona de criticar, ni la posición, ni la opinión de otro camarada socialista, sobre todo en el marco de este frágil proceso revolucionario, que hoy tratamos de llevar adelante en nuestro bello país. Siempre he tratado en lo posible, de mantenerme al margen de esta practica muy común, de entrar en un debate de retórica y dialéctica, que en la mayoría de los casos, es muy útil y por demás fructífera, pero que sin darnos cuenta, lo que logramos en muchos casos, es resquebrajar nuestro proceso revolucionario, y darles armas a nuestros enemigos, que apuestan muy duro en nuestra contra, y no limitan la magnitud de sus ataques y atropellos.
Tengo por costumbre, criticar a aquellos que de una u otra forman, atacan sin razón y utilizando métodos viles y canallescos, a nuestra revolución, pero igualmente, tengo por costumbre cada vez que expongo un tema, dar un ejemplo didáctico del punto que trato de explicar, y si lo que estoy exponiendo es un problema, siempre finalizo el articulo con una solución, y jamás critico a alguien, por realizar un trabajo, o emitir una opinión, o tomar una posición, la cual yo no tengo las bolas de hacer.
Traigo todo lo anteriormente expuesto a colación, porque he visto en estos días con mucha preocupación, como en este medio electrónico de comunicación alternativa, y de defensa revolucionaria, llamado APORREA, un grupo de camaradas se han dado a la tarea de ejercer la “Autocrítica” a nuestro proceso, y han emprendido una campaña no muy consona con los tiempos que vivimos, en contra de los comunicadores sociales independientes y alternativos de AVILA T.V.
Uno puede en este apartado tener una opinión propia, y que en algunos casos, no el mió vale la pena acotar, tener una postura critica y hasta contraria, a la forma de hacer periodismo de esos jóvenes comunicadores, pero lo que en mi opinión, JAMAS debemos hacer, es criticar por criticar, criticar solo por el hecho de aparecer publicados, y además, dejar en claro nuestra posición, sin un verdadero punto constructivo a la discusión, o sin una alternativa de cambio a aquello que criticamos.
Camaradas, es muy fácil criticar el trabajo de estos jóvenes, sentados en nuestros escritorios, al alberge de nuestras casas, y en muchos casos, hasta tomando un café, pero lo difícil, es decir que lo que estos jóvenes hacen no es lo que se debería hacer, cuando no tenemos los COJONES suficientes para tomar su puesto, o la habilidad necesaria para aportar posibles vías de solución o cambio, a aquello que criticamos.
Debemos tener siempre presente, que nuestra revolución es un proceso en plena construcción, que en muchos aspectos aun es muy frágil, y en el apartado de los medios de comunicación, es justamente uno de nuestros mayores puntos de fragilidad, es por eso, que resulta inexplicable, como camaradas socialistas, que uno conoce su trayectoria, y hasta en muchos casos los hemos leído, se dediquen a atacar a nuestro grupo de batalla, a nuestras puntas de lanza, en el campo de la guerra comunicacional.
Resulta por demás cómico, que muchos de estos críticos, hayan expuesto y aun expongan, el gran peligro que resulta para la revolución, la llamada Guerra de IV Generación, que dediquen artículos enteros a este tema, y que a la vez, ataquen en un sin razón constante, a estos jóvenes comunicadores, que no hacen otra cosa que exponer a diario su VIDA, por puro amor al proceso revolucionario, y solo por ese hecho mis queridos camaradas, merecen no solo nuestra admiración, sino por sobre todo, nuestro RESPETO.
No basta en este momento, con solo indicar que estamos en guerra, en avisar que se nos vienen los enemigos para encima, que nuestro gobierno corre un eterno peligro, es hora camaradas, de tomar la iniciativa, salir de nuestros cómodos refugios, y dar la cara, tomar parte en esta lucha que se esta librando, por defender este proceso revolucionario, que es muy frágil, y que no me cansare de decirlo, es muy FRAGIL, y sino somos capaces, de tomar parte activa en este proceso, por lo menos no critiquemos sin razón, y de una manera poco constructiva, a aquellos que tratan de realizar una labor de defensa y de lucha por nuestra revolución.
Amigos de Ávila TV, no puedo mas que expresarles mi gratitud y apoyo a su ardua labor, labor dura, conflictiva, llena de golpes y amenazas, labor que tanto nos recuerda, épocas recientes de represión y desaparición de periodistas, en estas tierras bellas latinoamericanas. Cuídense camaradas, aquí tienen a un compatriota que esta a su entera disposición, que aunque tengo que reconocer, que me falta el valor para tomar una cámara y meterme en el medio, de una caterva de locos sueltos, soy capaz de hacer lo que tengan a bien pedir, porque ha llegado el momento de comprometer nuestra alma y nuestra vida en este empeño social.
Camaradas, la critica es buena, nos permite en todo momento tocar suelo, y no perder la óptica de la realidad, pero esta critica, para ser efectiva, debe primeramente, ser sincera, estar acompañada de la mayor serie de ejemplos didácticos, que clarifiquen su posición, debe ser constructiva, pero por sobre todo, debe aportar ideas de cambio, a aquellos aspectos o aptitudes, que deseamos criticar. Si al criticar no aportamos soluciones, si al criticar no damos ejemplos, si al criticar lo único que buscamos es figurar, entonces camaradas, hagan como decía Kipling, “si vas a hablar y no aportar, es mejor callar”.
Amigos de Ávila TV. fuerza, la masa popular socialista y revolucionaria esta con uds., los cambios debemos darlos sin violencia, la lucha es pacifica pero efectiva, uds., son nuestro ojos y oídos, por uds., conocemos de propia mano y de forma veraz, la información que los medios opositores, tratan de ocultar o modificar, a través de una madeja informativa, para mentir y confundir. Cuídense, son venezolanos y los necesitamos, adelante sin tregua ni descanso, en paz, pero sin pendejerias, la lucha es ahora.
Criticar es bueno camaradas, si se aporta y se construye, y si a la vez se tienen las BOLAS, para tomar el puesto de aquellos que tan alegremente criticamos.
pito@hotmail.com.