CNN: el gran elector

Los procesos electorales no son un fin, son un medio para garantizar la participación política de los ciudadanos, por ello es fundamental para que cumplan sus objetivos el ambiente previo al acto comicial propiamente dicho. Elecciones no son un equivalente a la democracia si éstas no están revestidas de las condiciones mínimas para que los ciudadanos puedan ejercer su voto con sosiego.

Lo que sucedió en Honduras el día domingo 29 de noviembre de 2009, constituye un ensayo para sustituir por la vía de los hechos las garantías de los procesos electorales, utilizando formas democráticas vaciadas de contenido; se trata de un apéndice más del manual del Departamento de Estado norteamericano que dicta las pautas y los protocolos a seguir en caso de un Golpe de Estado, se trata de cómo legitimar la ruptura constitucional que se genera frente a un acto brutal de fuerza, ejecutado con toda barbaridad, frente a una comunidad internacional que con sus deshonrosas excepciones, ve con estupor una práctica que creíamos erradicada.

En este mecanismo no se necesita ni a la ONU, ni a la OEA, tampoco juega ningún papel el Centro Carter, ni la Unión Europea, ni los mediadores o facilitadores, ni las organizaciones no gubernamentales internacionales de observación electoral que siguen los estándares internacionales fijados para el acompañamiento de procesos comiciales con mecanismos de supervisión interna que manejan ciertos parámetros de objetividad y tecnicismo, que de alguna manera tienen un prestigio internacional, que aunque puesto en duda, deben intentar mantener. ¿Para qué todo esto? si ahora tenemos a CNN, en español o en ingles.

En la noche del domingo no vimos a ningún organismo presentando un balance sobre lo observado, sólo a Patricia Janiot declarando que las elecciones “habían sido masivas”, que no había habido “ningún incidente”, salvo pequeños problemas con la resistencia popular de Honduras y que el “gran perdedor había sido el Presidente Manuel Zelaya”. Es decir CNN y su inefable conductora se sustituyeron en todo el complejo de organizaciones internacionales multilaterales y no gubernamentales que tienen que ver con unas elecciones limpias y serias.

La transnacional norteamericana de la comunicación sin necesidad de agotar ningún juicio, dio por bueno un proceso electoral que de origen se encuentra infectado de ilegitimidad en tanto que es consecuencia de un Golpe de Estado reconocido así universalmente y que transcurrió en un ambiente de violación constante y sistemática de los derechos humanos - como ella misma lo reconoció ante las cámaras - pero que además, como si no fuera suficiente, falta a la verdad pues esta pantomima de elección no fue ni masiva ni sin incidentes.

De los cuatro costado de Honduras la resistencia popular reporta casos de violaciones a los derechos humanos y un gran ausentismo de un pueblo que con su silencio reclama su protagonismo robado por CNN, la gran electora de la jornada, quien le pone la guinda a un empastelamiento de hechos que intenta torcer para que tengan la apariencia de legitimidad que nunca podrán tener, por el bien de las democracias del mundo.

Frente a esto, si CNN es capaz de blanquear una elección con vicios de tal magnitud, puede de la misma forma ensombrecer la más limpia de las elecciones, su poderío, demostrado el domingo y la falta de ética para su ejercicio, que ha quedado una vez más al descubierto, le permite no sólo tratar de falsear la realidad sino de construirla, a partir de sus propios intereses y sin ningún control. No se trata de tergiversar lo que dijo alguien, se trata de que puede decirlo Patricia Janiot u otro de estos periodistas sin escrúpulos, prescindiendo del universo si es preciso.

Las naciones del mundo deben tomar medida y en Latinoamérica con más razón, vale la pena que este fenómeno de CNN sea analizado tanto en los protocolos de organizaciones electorales de TIKAL y Quito y se realicen acciones para sustituir - al menos este último - por una organización que surja como expresión de la UNASUR y prescinda desde sus estatutos del CAPEL del Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Con ello lo que trataríamos de crear es un movimiento que frene a las pretensiones de CNN de convertirse en el sustituto del Pueblo latinoamericano, que por la vía de los hechos se apropie de nuestra soberanía convirtiéndose en un poder fáctico que actúa de manera grosera y arbitraria, sin importarle cuanto estupor pueda producir. Es vergonzoso observar la forma prepotente e irrespetuosa como maltrató la señora Janiot al Presidente Zelaya, sin importarle ni su investidura como Jefe de Estado ni su situación, refugiado en una Embajada en su propio país viendo su Pueblo sufrir las más bestiales de las represiones.



(*)Consejero de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en San José, Costa Rica.


leninperezran@hotmail.com







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