Recordando ocho años atrás cuando llegaron los
primeros médicos cubanos a Puerto Ordaz, con ellos también llegaron
nuestras dudas, en ese momento tuvimos que enfrentar una oposición
que quiso hacernos creer, que no eran médicos, sino militares espías,
que venían a adoctrinar el pueblo para convertirlo en centro de operación
guerrillera para luego enviarlo a los países vecinos.
Con eso buscaban desprestigiar a los hermanos médicos cubanos, fue
todo lo contrario, ellos habían venido a darnos salud, la salud desinteresada,
cargada de valores, ética y moral, donde lo primero es salvar vidas
a toda costa, sin preguntarnos si teníamos dinero para pagar, ellos
se encontraban en el país cumpliendo un convenio de salud entre el
comandante Fidel Castro Ruz y el comandante Hugo Rafael Chávez Frías,
para beneficiar a las personas que carecían de recursos económicos,
el cual ha sido un éxito rotundo, debido a que esa legión de médicos
cubanos permanecen en nuestro país sin detenerse en la lejanía de
sus hijos, esposos y demás seres queridos, para cumplir con el compromiso
contraído entre estos dos pueblos hermanos, donde el mayor empeño
es la dignidad y salud de este pueblo.
Hoy no son tan solo los medicamentos sino los medios diagnósticos de
alta tecnología y la atención especializada, así como la rehabilitación
de la salud, que disfruta nuestro pueblo sin distinción de raza ni
colores políticos y mucho menos sustento económico, sabemos que antes,
quien solo podía disfrutar de estos beneficios de tan vital importancia
eran aquellos de alto poder adquisitivo que podían financiarse
los elevados costos de la medicina privada.
Hoy constamos desde hace mucho con la Misión milagro, gracias a esta,
miles de venezolanos hemos vuelto a ver nuestro cielo patrio, sin tener
gasto alguno.
Gracias a estos programas sociales que su primicia es la humanidad,
y lo material a un lado, como siempre debió ser, pero hubo un antes,
esa cuarta república que solo le importaba su enriquecimiento, nos
convirtió en inhumanos y hasta crueles pero al llegar la revolución,
llegó con ellas todas las ventajas de un proceso revolucionario donde
su único propósito es satisfacer todas las necesidades de nuestro
pueblo.
Hablando de los primeros galenos que llegaron a nuestra ciudad, la salud
fue llevada puerta a puerta de nuestros hogares, actitud que nos impactó,
no estábamos acostumbrados ver llegar a un médico a nuestra casa preguntándonos
por el mal que nos afecta, para examinarnos y facilitarnos los medicamentos
necesarios, esos primeros médicos ya no están entre nosotros.
Ahora quiero resaltar que estos médicos a pesar de los insultos recibidos
por la xenofobia de unos desadaptados, fueron maltratados y expulsados
de algunas viviendas, en ocasiones mal alimentados por no tener dinero
al haber demorado el estipendio que reciben para su alimentación, muchas
veces sin tener donde dormir, cumplieron con el deber y su compromiso
que éramos nosotros sus pacientes, recibiendo de ellos excelente trato,
comprensión y reconfortándonos.
El pueblo al ver la conducta humana de estos médicos, pronto la verdad
se impuso, quedando atrás la mentira de la canalla oposición.
Hoy quiero hacer justicia una vez más, recordando y mencionando los
primeros médicos que llegaron a puerto Ordaz y San Félix. Ya no están
entre nosotros.
La Dra. Tania Chang, ubicada en el Cerrito, Yamila Castellano en el
sector la españolita, Marlenis Campa, quien dirigió hasta hace poco
el CDI(centro diagnóstico integral) de Castillito, Maricel Pérez Fonseca
ubicada en el centro oftalmológico 171 de San Félix, a quien catalogo
como científica en esta materia, donde cientos de venezolanos recuperamos
la visión, ella con su entereza no las devolvió gracias a sus conocimientos
y dedicación hoy nos vemos la cara unos a otros.
Yo fui una victima de la clínica Santa Fe en Puerto Ordaz, me cegaron
definitivamente un ojo, sabiendo que tenia un glaucoma alterado me practicaron
una operación sin importarles el daño que me causaron, a ellos solo
les importaba el dinero a recibir, no mi visión, esto me sucedió por
no escuchar a la doctora Maricel Pérez, ella me había informado que
no debía operarme hasta no mejorar del glaucoma. Esta doctora permaneció
en nuestro país durante cinco años demostrando profesionalismo y ética.
Así como el talentoso y excepcional Dr. Ovidio Cores Moreno a quien
no puedo dejar de mencionar, otro ejemplo de médico virtuoso, inteligente,
consagrado a su profesión, siempre una sonrisa era el recibimiento
a sus pacientes nunca le conseguí mal humorado, fue uno de los fundadores
del CDI Castillito.
A raíz de su partida le dediqué un artículo lamentando su regreso
a la tierra patria. Su dedicación con los pacientes hizo que el formara
parte de nuestras familias, que al comentar con otros compatriotas decían
sentir el mismo vacio, como si les faltara algo y ese algo era la necesaria
presencia de nuestro médico quien con tanto afecto nos trataba, dándonos
una esperanza, a quien veíamos como el Dr. José Gregorio Hernández
el doctor de los milagros.
Como el Dr Ovidio Cores, esperamos que sean sus relevos, incluyendo
los nuestros, que se formaron con los mismos ideales y principios, graduándose
un grupo grande en este mismo año.
A todos los médicos cubanos doy gracias a nombre de nuestra patria
y sepan que nuestro pueblo quedará eternamente agradecido, por demostrar
que un mundo mejor es posible como dijera en una ocasión su comandante
en jefe Fidel Castro Ruz, líder de su pueblo y salvador de muchos otros.
Patria socialista, venceremos y triunfaremos.