El lunes 26 de febrero aparecen en El Mundo las declaraciones del grupo asociado a "Fetracultura", encabezado por el presidente del Conac, Ronald Lessire, en las cuales plantean contradicciones a dilucidar para quienes no conocen de cerca sus acciones.
Con una breve experiencia en el Museo de Arte Contemporáneo durante la gestión de Sofía Imber, Teresa Zóttola, quien estuvo casi un año en la presidencia de la recientemente creada Fundación Museos Nacionales, no pudo activar de manera asertiva las políticas de este nuevo organismo tanto en la definición de políticas como en lo que ella defiende como "cogestión". En un artículo publicado en El Universal el día sábado 24 de febrero, Zóttola acusa al Ministro de Cultura en su intransigencia y defiende la "cogestión":
"Si surge una política y hay un debate y presentamos una segunda o tercera opción somos tachados de conspiradores porque no tenemos disciplina revolucionaria para seguir a una persona. Y la disciplina revolucionaria nuestra es seguir la Constitución, las leyes y el proyecto de cogestión".
Valdría la pena preguntarle a la señora Zóttola qué entiende por "cogestión" ya que ella fue nombrada en ese alto cargo gerencial por el Ministro Sesto y no fue elegida por los propios trabajadores, de manera democrática y participativa, como ella quiere investirse. La "cogestión" es una responsabilidad compartida que requiere de una madurez en lo político y en lo profesional para no caer en el tradicional "cuoteo" que ha caracterizado al movimiento sindicalista en nuestro país. Entonces, le planteo a la señora Zóttola varias interrogantes:
¿De qué proyecto de cogestión habla? ¿lo conocen los trabajadores culturales? ¿cómo estimuló la decisión participativa en el diseño de políticas durante casi un año de gestión en la Fundación Museos Nacionales? ¿alguna vez creó mecanismos de debate entre los trabajadores de los museos? ¿puede hacer una diferencia entre el campo del arte y lo cultural como dimensión más abarcadora? ¿sobre cuáles principios museológicos formuló su dirección? ¿alguna vez pensó en la seguridad social de los artistas?¿estimuló la investigación sobre nuestro arte contemporáneo? ¿puede definir la noción de curaduría más allá de la acumulación de objetos? ¿entiende la diferencia entre formación integral y didactismo? ¿cómo se planteó el conocimiento de nuestro arte en el exterior? ¿elaboró políticas sobre el rol museológico frente a la conservación de la memoria intangible? ¿luego de tantos viajes al exterior por Fetracultura, elaboró algún documento sobre la diferencia entre el ALBA y el ALCA?
Hasta la fecha ninguno de los representantes de Fetracultura ha presentado un proyecto de "cogestión" que plantee la revisión de los modelos tradicionales y la definición de posibles nuevos paradigmas que incluyan la participación de los trabajadores en el diseño de políticas culturales. ¿Y por qué? Porque desde que Fetracultura comenzó su gestión, mostró sus intereses por el "espíritu del cargo", tan caro a la vieja trayectoria del Conac.
Y la falta de lineamientos se percibe simplemente en las palabras de Lessire, a casi un año de gestión en la presidencia del Conac, quien declara en el mismo artículo de El Universal: "A nosotros nos dicen conspiradores porque tenemos visiones críticas". ¿De qué visiones críticas habla? ¿Alguna vez se preocuparon por el llamado a la Constituyente Cultural que han planteado varios grupos culturales como ATCC, CCPS y otros? ¿Fetracultura participó alguna vez de estos debates estimulados en los últimos años por diferentes organismos como la Dirección de Cultura de la Alcaldía Mayor, Fundarte…? Nunca se les vio la cara por ninguno de estos lugares y más bien, cuando algún trabajador les hacía un comentario alusivo a este debate, ellos negaban de plano esta posibilidad…
Parece que el término "cogestión" ha enfrentado un problema semántico como "congestión" ya que hasta ahora los representantes de Fetracultura se han dedicado a manipular a los trabajadores, haciéndoles creer que ellos representan una fuerza laboral a nivel nacional, y que cuentan con el apoyo directo del Presidente de la República, como los verdaderos representantes de los nuevos valores culturales.
¿No recuerda la señora Zóttola que ella, en su condición de Directora General del MAC, contrató a una persona identificada con la "gente de la cultura" que borró la base de datos de la colección del MAC? ¿No es verdad que muchas de las firmas que Fetracultura recogía en contra de algún funcionario que no era de su agrado eran fotocopiadas de otros documentos o eran falsificadas? La fuerza de este grupo se ha sostenido por haberle hecho creer al Ministro de Cultura que ejercían control político sobre el campo laboral ¿Será que los trabajadores de los museos van a paralizar estas instituciones para defender a la señora Zóttola?
En estos momentos en que el reto pasa por el debate de las ideas –académicas o no- que impulsen una transformación significativa en la construcción de una nueva ciudadanía, responsable y consciente, ya no caben los arrebatos y las amenazas.
Fetracultura, en la figura de sus directivos – la señora Zóttola y el Licenciado Lessire, deberían responder a algunas de las preguntas aquí planteadas para ver si realmente se encuentran a la altura de las circunstancias. ¿No será que les falta justamente aquello de "moral y luces"…?
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