El Dilema de los Políticos e Intelectuales de la Oposición

Frecuentemente recibo mensaje de texto en mi celular con propaganda desde la academia, anunciando marchas en respaldo a la democracia, la autonomía y otros merengues más. Tengo la absoluta seguridad que los doctores responsables de enviar estos mensajes tendrán entre 40 y 60 años y en estos mensajes se percibe la intención de promover una marcha u otra actividad, como si fuera un tremando riesgo salir a recorrer una avenida. Al final marchan una cien personas y no hay novedad. Aún así; el reeeegimen (según la propaganda) continúa cerrando los espacios.

En estas cabecitas doctoradas y con escalafón de titular I, II, III no hay espacio para más nada. Su tiempo entre los 18 y 30 años probablemente está totalmente oscuro y no son capaces de recordar una lectura de prensa de la época o la salida y el resultado de una movilización estudiantil (cualquiera) que posiblemente vieron salir de la UCV, pero su regreso contabilizó varios heridos, cientos de asfixiados, algún estudiante muerto. No se recordaran, que esas movilizaciones siempre giraban en torno a una lucha, una reivindicación estudiantil o académica o un reclamo por un preso político o joven torturado. Estas son cabecitas doctoradas pero con neuronas totalmente putrefactas.

Las movilizaciones anteriores que ocurrían en un clima de “amplias libertades” y las que se suceden ahora en el marco de esta dictadura feroz, evidentemente tenían y tienen un trasfondo político, pero las de ahora, con toda la academia que la acompañan son precisamente marchas sin banderas y sin nada que aportar al debate. Antes, en la época de vigencia del multígrafo, algún volante o papelito manchado de tinta se repartía y las consignas era parte del acompañamiento de ese volante que apenas podía leerse, porque la tinta era escasa o el multígrafo estaba ya desgatado y su impresión era muy mala, pero papelito y consigna hacía alusión a una lucha: Cupo, transporte, cambio de pensum, libertad para los muchos presos que estaban en el cuartel San Carlos u otro. ¿Desde cuándo no se siente un lucha por actualización de programas de formación?

Las marchas que se suceden para tumbar esta dictadura no se reparten esos papelitos al final, hay un papel, pero es el mismo papel que se ha calado todas las caminatas de académicos e hijitos de papa, que por lo general no caminan y se aprovechan de esta situación para sudar un poco. No ofrecen una consigna que pueda entusiasmar a nadie y la defensa de autonomía, que parece ser su bandera de batalla no tiene absolutamente ningún contenido y eso es muy triste, si se reconoce o se retiene el hecho, que las marchas son de académicos que ya rebasaron doctorados y pos-doctorados.

II

En este año, los economistas afines con el ideal (¿?) político de la oposición se han dado banquete cuestionando la situación económica que se confronta en el país. Estos economistas ahora se acuerdan de las variables macroeconómicas y en función del comportamiento de una variable (PIB) en el 2010 tratan de motivar las neuronas que tienen podridas en su cabecitas haciendo proyecciones. Con Sus doctorados y todo, proyectan las variables de hoy, más sin embargo “ignoraron” el comportamiento de esas variables durante el 2004, 2005, 2006, 2007, 2008. El país en esos años no existió y por supuesto, el movimiento o comportamiento de la pobreza y la inclusión social no logra verse. Entendemos y comprendemos que no vean el comportamiento de esas variables ayer, pero sus proyecciones negativas de ahora y de siempre no son acompañadas con una proposición que nos permita entender el camino que nos ofrecen. Ahí, en el trazo de la ruta que deben proponernos, las neuronas se les pudren o está en el barranco tan cerca que omiten proponérnolos.

III

Desde el año 1998 vienen afincándose con la propaganda, en la cual Chávez aparece como el responsable de la división del país. La lógica (si la tiene) de esta propaganda de la división del país, se sustenta en una falta de lógica matemática. Ayer (antes de 1999) el país era toda una maravilla y no había división social. En las Universidades el problema de la exclusión no existía, era mentira que el 90% de los estudiantes inscritos en la Universidades públicas tenían unos antecedentes sociales distintos al 90% de la población venezolana. Era mentira que la pobreza rondaba el 70% de la Población del país y que cerca del 40% de esa pobreza se ubicaba el nivel de pobreza crítica. Claro, matemáticamente esto no es división del país, porque matemáticamente (disculpen la redundancia) después de ellos no hay espacios para otros venezolanos. Los demás no existimos y eso es mucho peor que una división y que el racismo más rancio.

La Mesa de la Unidad es otra prueba de sus lecciones de división y de la aplicación de sus proyecciones matemáticas. Al final de ese proceso “unitario” los oímos. Mendoza habló y oímos lo que dijo; Leopoldo López también habló y se logró oír, Yongo dijo lo suyo y todos vimos la falta de unidad de objetivos y de voluntades, pero Chávez que tiene el 60% de aceptación divide. Estos dilemas matemáticos de doctores son al final de cuentas explosivos.

evaristomarcano@cantv.net


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Evaristo Marcano Marín


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