Hace apenas unos días, publiqué por este medio una nota con el título: ¿Cuál es la Apuesta? Para ese entonces, no tenía planificado escribir otra nota con el título que ahora coloco a este trabajo, porque pensaba que esta primera nota era suficiente para abrir una reflexión y comprender las situaciones que están en riesgos y motivar con ello a la participación, teniendo como referencias los logros que son muchos y los errores que no los eludimos, pero que jamás, estos errores alcanzaran el nivel y la condición de los cometidos por la oposición durante sus experiencias de gobierno.
La idea de esta nota y con este título, me surgió en una cola de una farmacia social (fundafarmarcia) ubicada en una de las zonas más populosas de Barcelona (Anzoátegui) y donde acudo con frecuencia para comprar mis medicamentos. La idea estaba dándome golpe en la cabeza y al conocer el contenido de una declaración que ofreció Urosa Savino el 21/09/2010, creí necesario publicar un nueva nota porque su contenido, es una referencia más sobre los participación de la jerarquía de la iglesia en la política y de los ingredientes que están utilizando o moviendo para motivar a sus potenciales electores. El desespero debe ser tan grande, que el cardenal no tuvo temor en quitarse nuevamente la careta para dejarse ver como lo que efectivamente es: Miseria humana
En la cola de la farmacia, cuatro o cinco puestos más allá de donde me encontraba, se ubicó una pareja que supongo no venían juntos, pero “trabajaron” en la cola como si hubiesen venido organizado para un fin. Comenzaron por gozarse la muerte de William Lara, lamentándose que Chávez no viniera en el vehículo para correr la misma suerte. La “pareja” no tenían apariencia de ser socio de los Zuloaga o de otro potentado venezolano, pero seguramente se creían que estaban en vía de serlo y que el proceso le estaba quitándole ese derecho. Debían ser gente pobre o más menos pobre, pero reproducían un mensaje (discurso) que no cuadraba con su apariencia y condición social: alienados
Después de haberse gozado la muerte de William Lara y de lamentarse que Chávez no hubiese caído en ese accidente, recomenzaron la conversa, tratando el tema de las vías de acabar con el chavismo y de las pocas vías que asomaron; el odio y la violencia eran los denominadores de comunes. No invento si registro aquí, que la suerte de William Lara es parte o se entiende como una de las rutas viables para salir del chavismo.
Esta “pareja” no tenía tampoco aspecto de ser papá y mamá de López Sisco o de otro bichito Peor: Posada Carriles. No tenían ese aspecto para sacar los genes de odio y violencia que le trasmitieron a estas otras dos miserias humanas que mataron y torturan a más no poder en la Venezuela entre la década de los setenta y ochenta. Destaco no el hecho de la conversa, sino la idea de cómo la consigna de “Chávez vete ya” o “no más Chávez”, se está transformando en otra idea mucho más peligrosa, que no reposa únicamente en los planes de los oligarcas. Esta idea se encuentra ya sembrada y fija en las mentes de muchos venezolanos y su fijación se produce con el uso permanente de los medios de producción ideológica, cuyos “químicos” permiten mantener viva esa idea. La idea ha pasado de “Chávez vete ya” a “no mas Chávez”. Entre el odio y la liquidación no existe ninguna distancia.
Urosa Savino se lanzó el 21/09/2010 con un pronunciamiento y ahí hace uso de uno de los “químicos” con los cuales se abonan esos sentimientos en los venezolanos que son hoy por hoy son más libres y menos pobres que en otro momento. Este señor que dice representar a Dios aquí en la tierra, utiliza el miedo para sus propósitos y mover a las personas que apuestan por regresarnos a la Venezuela que ellos gozaban muy bien. Participar es votar por su opción y si eso no ocurre; Urosa Savino nos confirma que estaremos en el infierno. Este ser sin cristo, pudo utilizar otros argumentos para los fines que abriga; pudo mostrarse menos miseria, pero optó por usar uno de los “químicos” que abonan esos sentimientos de odio y violencia, porque hacer uso del miedo es también una manera de cultivar y promover la violencia.
La “pareja” en la cola de “fundafarmacia” en los Tronconales de Barcelona no es una excepción. No son dos personas que andan conversando públicamente sus ideas abonadas con el miedo cuando se encuentran en una cola, son muchos venezolanos que le sembraron el miedo a perder lo que no tienen y pasaron de la angustia a convencerse que la muerte del otro es la solución.
La apuesta incluye todas las situaciones que el proceso ha facilitado. La apuesta incluye hacernos una sociedad más inclusiva, pero por ahí también se puede darse el porqué de la apuesta. Es necesario jugar esta mano con todo el entusiasmo y fervor político posible, porque hay una parte de la sociedad enferma, que no le interesa para nada el país. Su interés es drenar el odio y ahí está lo peligroso.
evaristomarcano@cantv.net