La única verdad sobre la cual todos estamos de acuerdo, es haber logrado el milagro de polarizarnos, y vernos socialmente ahogados por prejuicios. Especie de umbrales que atentan contra cualquier forma civilizada de socialización.
Nuestro pueblo no puede calificar como supersticioso ni como violento. Hubo momentos, y episodios, cargados de rabia social mas no tendencia sostenida a la barbarie. Tampoco calificamos como sociedad adonde todo fue paz y paraíso, nuestros inicios en la historia los tiñeron de rojo nuestros conquistadores y colonizadores, ese holocausto es deuda que se quiere ocultar. Tensiones sociales siempre hemos tenido y siempre las hemos superado.
Hoy padecemos un achaque, especie de epidemia, política de la cual nadie de siente culpable, todos militamos en él, y le rendimos diario culto: el rumor.
Me activa el morbo al leer el libro de Cass Sunstein, Rumores. Edit Debate 2010. Para comenzar dice que es tan complicado el tema que no se atreve a definirlo. Prefiere mostrar sus orígenes y el efecto nocivo que tienen en la siembra de gérmenes para crear enfrentamientos.
Grave cuando en política descansamos en manos del error, o de la pasión, o del fanatismo y luego lo estructuramos como forma de doctrina a través del órgano del rumor. Tanta es su importancia que el especialista Rendón, en sus esquemas sobre organización del complot lo ha constituido en su modus operandi y desde Colombia ayudó, tanto con Uribe como sirvió en la campaña del ganador Santos y hoy agita desde allí, el rumor contra Venezuela.
Sunstein, reconoce que cuando el rumor se instala como recurso político contra alguien, una de las únicas reducidas maneras como puede actuar en su defensa el ser humano, es respondiendo con su virtud como baluarte. No se si el autor es un tanto optimista en esta propuesta.
Los juegos de masacre, con rumores, contra las instituciones, personas, países, son del tal poder que se hacen dramáticos sus efectos.
Por supuesto, consideramos que los aparatos mediáticos son los principales fiscales de la infamia, jueces de la carnicería y verdugos que no corren sino el riesgo al degollar, pues luego pueden recobrar la gracia de dios al dar derecho a replica, aunque sea, ante la morgue.
En forma de rumores se animan infundios con base en prejuicios; desde allí, se caricaturiza el culto exacerbado de la mentira y se refuerza el agravio originado en el cuchicheo.
Contra el rumor puede valer, aunque no mucho, el disuasorio con la verdad.
Se comenta que internet se ha convertido en aliado dilecto del rumor y la infamia, el autor expresa, sin embargo, que el mismo recurso debe servir para recolocar al verdad y servir de vacuna frente al oprobio. Tal vez sirva, aunque, también se reconoce que tales defensas, pueden llegar a tener resultados desastrozos; en el caso del proceso de rumores con que se quizo esconder madiaticamente el saqueo de las inmobiliarias, pareciera que la información de sentido contrario, ordenada y verdadera hizo que la gente recibiera las llaves de su vivienda y la propiedad de sus bienes.
Asi es que, al General Rangel sometido a juicio y colgado por el rumor, le decimos a Ud. le se le cree de un lado mientras que lo condenan del otro, no por lo que dijo; que no dijo, sino por mera identificación entre partisanos por efecto de la polarización y los prejuicios. Para Sunstein, Ud. cayó: “entre los miedos de unos y las esperanzas de otros”, y su masacre producto indigno de las “cascadas de la información”.
Los rumores y todos sus productos derivados, editoriales, artículos, notas crónicas, noticias, se pueden clasificar, algunos como falsos y otros como verdaderos. Existen paginas adonde se puede ocurrir a revisar las posiciones de uno y otro lado, esta es una perspectiva optimista, para evaluar cuanta falsedad hay en un contenido.
Por ejemplo otro General, Colin Powell, declaró, ante el senado, que le constaba que en Irak había armas nucleares, su mentira, mas los rumores subsecuentes, han producido mas de dos millones de muertes y destrucción de un país. Eso es grave, nadie a enjuiciado al general afro americano por su falacia. Por rumores se sabe que goza de muy buena salud y prospera posición, social y financiera.
Recomiendo la lectura de Cass Sunstein, Rumores. Edit Debate 2010.
tuliom@cantv.net