El ex alcalde de Chacao estuvo en Macarao. Cuentan vecinos que su sombra golpista fue rechazada en algunos sectores de esa parroquia, conocida, sobre todo, por su recio espíritu de lucha social. Hubo quien no se sintió del todo cómodo con su presencia, porque quien atentó contra la democracia revolucionaria el 11 de abril de 2002 arribó de la peor manera en que pudo haberlo hecho, según cuentan: buscando votos en medio del lodazal depositado por las lluvias que por fortuna parecen alejarse.
El jefe de esa organización que mientan Voluntad Popular, hizo alarde de su derecho al libre tránsito por esa humilde zona caraqueña, derecho que como lo registran los videos de la época violó sistemática y vilmente hace ocho años cuando interrumpió el paso vehicular de quienes pretendían llegar a Caracas a través de Tazón.
Sí, es el mismo Leopoldo López que dirige a quienes el 12 de noviembre “casualmente” merodeaban por la estación del metro Propatria, cuando la sampablera estalló en medio del secuestro de dos trenes, la paralización del servicio (alias saboteo) y la oportuna y aplaudida intervención de los efectivos de la Policía Nacional Bolivariana, como única manera de acabar aquel amago subversivo que intenta cosechar pingües frutos en medio de la inocultable falla de algunos servicios.
Cuenta Rafael Fernández, enlace parroquial de la Alcaldía de Caracas en Macarao, que López salió con las tablas en la cabeza. Que hasta conato de enfrentamiento físico para acompañar al verbal se asomó, reduciéndose todo a un simple escarceo con sus espalderos. Pero, en resumidas cuentas esperan –según añade Fernández– que haya aprendido la lección moral.
“No podemos aceptar que venga a hacer politiquería en medio del dolor ajeno”, nos dijo Fernández, director de la radio comunitaria Macarao. Sacando cuentas, López y su gente cierran el año 2010 con saldo negativo en materia de pretensiones populares. Ayer fue Propatria y hoy Macarao. En una y otra le dijeron ¡no! Parece que el pueblo le perdió el miedo a los fantasmas.
