Comienza el año y los enemigos históricos de los procesos libertarios de redención social, que se gestan en América Latina, se reagrupan en la recalcitrante y neofascista derecha internacional, liderada por los republicanos quienes se remozan gracias a la crisis económica, moral, política y social que atraviesa el imperio norteamericano. Obteniendo la mayoría en la Cámara Baja y desde allí operar en distintos escenarios, para arremeter contra gobiernos y pueblos cuyo control político y económico no ejercen, estigmatizándolos de antiestadounidense.
Es así, como el pasado 5 de enero, coincidiendo con la instalación de nuestra Asamblea Nacional y tal vez por la pobreza dialéctica de los oradores del bloque opositor, el representante republicano Connie Mack declaro a The Associated Press, que su meta para la sesión legislativa como presidente de la sub-comisión para el hemisferio occidental de la Cámara Baja, es incluir a Venezuela en la lista de países que patrocinan el terrorismo.
Es importante resaltar que este congresista, furibundo cabecilla de la ruidosa campaña para liberar al terrorista cubano Orlando Bosch, en el 2009. Durante los sucesos en Honduras que desencadenaron en el derrocamiento del Presidente Manuel Zelaya, se presento en ese país y luego de reunirse con Roberto Micheletti y el embajador estadounidense, Hugo Llorens. Con la mayor desvergüenza, declaro en rueda de prensa que la separación de Zelaya no fue un golpe de estado y que los órganos jurisdiccionales y el Congreso Nacional se apegaron a la Constitución de la República en el proceso de sustitución presidencial.
Y el pasado mes de octubre, junto a Otto Reich, Ileana Ros-Lehtinen y Roger Noriega, organizo en Washington bajo los auspicios del Congreso de EEUU y en contubernio con la mafia anticubana mayamera, un foro neonazi donde pusieron hablar por Venezuela a Guillermo Zuloaga, un delincuente prófugo de la justicia, para que despotricara de su país, su gobierno y su presidente. En dicho foro, el mismo Connie planteo ante los participantes asesinar al Presidente Chávez.
El otro brazo de la jauría del bloque opositor, utiliza la decisión constitucional que tomo nuestra soberanísima Asamblea Nacional de habilitar al Presidente de la República para que dicte decretos con rango y valor de ley, a fin de enfrentar con la mayor celeridad posible la emergencia generada por las lluvias. Dotando al ejecutivo nacional de todos los instrumentos necesarios para lograr la reconstrucción de las zonas afectadas y otorgar viviendas para todas las personas que perdieron sus hogares. Destacando que la normativa prioriza la atención sistematizada y continua de las necesidades humana, derivadas de las condiciones de pobreza y tragedias naturales a la par de mejorar el sistema socioeconómico de la nación.
Esa deleznable y ruin tarea es cumplida por José Miguel Insulza, Secretario General de la OEA y Arturo Valenzuela, Subsecretario Adjunto de EEUU para América Latina, quienes arremeten contra la habilitante con la malsana intención de frenar la atención a la emergencia y a los compatriotas que sufrieron afectaciones.
Paradójicamente estos dos inefables caballeros, sus acólitos y los medios globalizados, hacen mutis con las acciones tomadas por el Presidente Colombiano Juan Manuel Santos, quien pidió facultades extraordinarias y no solo ha emitido 25 decretos legislativos, sino que además de adoptar nuevos impuestos tributarios, autorizo la privatización de 10% de Ecopetrol y recientemente solicito al Congreso Nacional una prórroga para seguir legislando por decretos con poderes especiales.
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