Yo no vuelvo más

El lunes 7 de febrero, en la noche, en su casa, Enrique Mendoza estaba reunido con algunos de sus amigos. “Para serles sincero, amigos, no tengo ningún interés para ir mañana a la Asamblea Nacional”. Uno de sus amigos le dijo: “Tienes que ir, tienes que dar la cara, es bueno que hables, además, ya Ramón Guillermo Aveledo hizo la lista y a ti te toca ser el primero en preguntar, eso es confianza, lealtad, tienes la oportunidad de destacarte”.

Después, todos decidieron marcharse llenos de contento para sus casas y Enrique Mendoza se quedó con la duda. Después que quedó solo se dijo: “Es que mañana van a hablar de inseguridad y comunicación, y allí me van a caer encima porque yo cerré el Canal 8 cuando el golpe. Lo mejor es mandar a mi suplente”.

Sin embargo, el martes 8, en la mañana, Mendoza estaba contento llamando a sus amigos: “Y pendientes, aquí llevo la chuleta, todos los planes de seguridad que se han hecho y ninguno ha servido para nada”. Desayunó temprano, lechosa y rodajas de piña con un jugo de naranja, y después se levantó de la silla dispuesto a vencer.

Lo llamaron para decirle que si quería la cola, pero él dijo: “Me voy en metro, así es mucho mejor, para que la gente me vea y sepa que soy uno más de ellos”. A la 1 ya estaba en la Asamblea saludando a María Corina Machado. “¿Cómo está mi candidata para 2012?.” “Déjate de eso, Enrique, que desde Estados Unidos no me han dicho nada, y no es bueno crearle problemas a esa gente”. “Tranquila, María Corina, que yo soy tu jefe de campaña, no nos va a ganar nadie”. “Prefiero esperar, para ver qué me dicen mis jefes desde Estados Unidos, no sigas con ese tema”. Saludó a Julio Borges con ironía: “¿Qué tal Julio, cómo estás con Diosdado?”

Comenzaron a llegar el presidente y vicepresidente de la Asamblea Nacional. Mendoza, cuando vio a Fernando Soto, preguntó: “¿quién es es ese señor?” Ismael García le dijo quien era y de paso “infórmate, Enrique, porque toda la vida no vas a contar conmigo”. “Menos mal, porque yo no quiero contar contigo para nada, Ismael”. Todos tomaron asiento y después Elías Jaua tomó la palabra y presentó una especie de memoria y cuenta del gobierno chavista en 2010, y luego habló un diputado bolivariano.

Le dieron la palabra a Mendoza y habló y preguntó por las planes que el gobierno había hecho en cuanto a seguridad, y otras cosas y se cuidó de no hablar nada de comunicación y mucho menos de medios. Después siguió la comparencia y Mendoza se dedicó a tomar notas.

Pero vino un diputado de la oposición y comenzó a quejarse de que aquí no hay libertad de expresión porque a mi me quitaron una emisora en El Tigre y entonces le dieron la palabra al ministro Andrés Izarra y dijo : “Cómo habrá libertad de expresión en este país, que la persona que cerró un canal de televisión, está sentada aquí, entre ustedes, como un flamante diputado”. Mendoza quiso agacharse para que no lo vieran pero todo el mundo lo pudo ver cuando agachó la cara con vergüenza. Y entonces comenzó con su monólogo interior: “Yo no vuelvo más, llamen a mi suplente. Yo no vuelvo más. Llamen a mi suplente”.

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Roberto Malaver

Periodista y escritor. Niega ser humorista, a pesar de algunas evidencias que indican lo contrario. Co-moderador del popular programa "Los Robertos", al cual insisten en llamar "Como Ustedes Pueden Ver". Co-editor del suplemento comico-politico "El Especulador Precóz". "Co-algo" de muchos otros proyectos porque le gusta jugar en equipo.

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