Después de nueve años del golpe del 11 de abril, Henry Ramos Allup viene a ratificar lo que todos sabíamos: Los medios de comunicación privados habían participado en ese golpe. En una entrevista que el periodista Clodovaldo Hernández le hace a Ramos Allup, y que fue publicada en el diario ciudad CCS, dice Ramos Allup: “No ha habido ningún evento importante que no haya tenido participación de los dueños de los medios”.
Uno lo había presentido. Cuando el diario El Nacional en su segunda edición del día 11 de abril, publicó aquel titular en primera página: “La Batalla final será en Miraflores”, era lógico pensar que ya Miguel Henrique Otero sabía lo que iba a pasar. Y ahora, Ramos Allup lo ratifica.
También supimos ahora, como nos enteramos en el pasado, que mucha gente había visto y leído el Decreto Carmona. En aquel tiempo, después del golpe, vimos una entrevista a Jorge Olavarría en un canal de Barquisimeto, donde decía: “Aquí estuvo ese muchacho, Daniel Romero, y me mostró ese decreto, y yo le dije: Eso es una mierda”. En su libro, Pedro Carmona, escribe que la doctora Cecilia Sosa es una de las autoras de ese decreto, cuando la doctora Sosa se enteró dijo: “Le voy a ver el hueso a Carmona”, y desmintió lo dicho por el dictador.
En esta entrevista, Ramos Allup dice: “Es mentira que ese decreto cayó del cielo, lo habíamos visto todos una semana antes. Tratamos de modificar cosas y fue imposible”.
Es una coincidencia que estas declaraciones de Ramos Allup aparezcan después de carnaval, porque las máscaras de algunos que se las dan de demócratas se están viniendo abajo. Medios de comunicación que pretenden defendernos de la tiranía, querían, justamente, imponer una tiranía. Dueños de medios que se reunieron en Miraflores y que le pidieron a Pedro Carmona que “la política comunicacional la puede dejar en nuestras manos, presidente”, como consta en el artículo Mi paso por un gobierno breve, de José Gregorio Vásquez, incluso, directores de medios, como Alberto Federico Ravell, que le impuso a Carmona a Fernán Frías como jefe de la OCI, según se puede confirmar en el artículo de “Goyo” Vásquez, ahora pretenden darnos clases de democracia, y no solo eso, sino que se amparan en una libertad de expresión, que en aquel momento negaron.
Si lo sabía Ramos Allup, seguro que también lo sabían todos los que ahora están en la Mesa Democrática.
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