La MUD vs El Correcaminos

El odio y la desesperación son muy malos consejeros y por lo general quien los padece cae en extremos más allá del ridículo y es presa fácil de cualquier jugarreta. Las personas que caen en esa trampa mediática se convierten en seres irracionales, energúmenos, dignos de lástima.

Y es que efectivamente llegan al terreno de lo insólito. La disociación les secuestra las pocas neuronas que poseen y se convierten en fácil blanco de las bromas, porque llegan a un estado, donde ni siquiera son capaces de discernir entre un hecho serio o una broma.

Tal es el caso de la obnubilada oposición venezolana, que con tal de darle “palos” a Chávez y su chusma, no miden las distancias ni las consecuencias. Le ocurre lo mismito que al Coyote con el Correcaminos. Para eso ha quedado la oposición con ese obsesivo onanismo mental de salir de Chavez aunque sea en sueños.

Esa obsesión les lleva a inventar vainas que se les revierten. Como aquella de no participar en las elecciones parlamentarias, para “desenmascarar al tirano”, frente a la comunidad internacional. Esto cual le puso en bandeja de oro al gobierno y sus aliados la Asamblea Nacional, durante todo un periodo constitucional, sin voces disidentes, hasta que los franquiciados saltaron la talanquera y dieron un respirito a sus socios de la (MUD = CD) . Lo cierto es que la trampa se les vino encima y como al coyote los aplastó. Hace siete años se montaron en un Referendo Revocatorio, pusieron el ridículo con las firmas planas, treta que les desenmascaró como tramposos desvergonzados. A la final el Comandante Hugo Chávez, que era el blanco del revocatorio, aceptó incluso las firmas chimbas, y en una de esas salidas de llanero zamarro, que siempre anda con la sonrisa y la ironía a flor de piel, invocó la leyenda folklórica de Florentino y el Diablo y convocó al pueblo a la batalla de Santa Inés, donde se enfrentarían El Diablo, representado por el Imperio Norteamericano, en la Coordinadora Democrática y el Catire Florentino el recio cantor de la sabana que venció al Diablo en Santa Inés, representado por el pueblo, guiado por el Comando Maisanta, y el 15 de agosto de 2004, el revocatorio contra Chávez, se convirtió en Revolcatorio para la oposición, porque en las urnas electorales, el pueblo les dio una soberana paliza, un revolcón, que hasta hoy les duelen las costillas y posaderas. Una vez más el Coyote cayó en su propia trampa para disfrute del Correcaminos.

La única que emocionó al Coyote fue la aventura de abril de 2002, cuando apoyado por un generalato corrupto y traidor, logra secuestrar al presidente y llevárselo a la isla La Orchila, con la idea de desaparecerlo, pero una vez más la suerte del Coyote fue la misma. El pueblo se encrespó y la trampa se revirtió, vino el contragolpe del soberano y hasta los zapatos dejaron en las dependencias del palacio de Miraflores y el Comandante Volvió...volvió. El coyote se fue a continuar buscando trampas para atrapar al Correcaminos.

La última, trampa en que cayó el Coyote fue el pasado fin de semana, cuando el Comandante Chavez, desde La Habana, Cuba, donde se encontraba siguiendo su tratamiento contra el cáncer que le atacó; vía twiter, @chavezcandanga, gastándole una broma a sus amigos Roberto Malaver y Roberto Hernández Montoya dos humoristas venezolanos, que desde hace siete años mantienen al aire el programa “Como ustedes pueden ver”, más conocido como Los Roberto, a través de VTV, canal del Estado Venezolano, escribió: Ese programa de Los Roberto, por malo va fuera del aire, Pa' fuera, lo sacan fuera del aire”.

Inmediatamente los más connotados voceros de la MUD y sus asesores salieron por los medios privados que tienen a su servicio a gritar a voz en cuello, que el tirano se había quitado definitivamente la careta. Que en una de esas rabietas se había peleado con sus “adulantes” y los había sacado del aire. Que allí estaba una demostración más de la dictadura que el autocrático mantiene en Venezuela. A Malaver y a Hernández Motoya, lo más suave que les dijeron fue “arrastrados” ¿Que harían los Roberto, para que despúes de tanto jalar, el tirano les cerrara el programa? ¿Que van a hacer ahora, tendrán que trabajar”? Y así sucesivamente continuaban con las elucubraciones. La gozadera la montaron Los Roberto, el domingo 14 de agosto, cuando dedicaron el programa a ridiculizar a estos payasos, que no se cansan de hacer el papel del villano de la comiquita El Correcaminos.

Periodista*

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Cástor Díaz

Periodista CNP 2414

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