Mejor hubiera sido no haber conocido ese fallo de la Corte, porque la vaina se venía peleando entre Pablo Pérez y Embajada Radonsky. Ya los demás no cuentan. Y ahora está López, que no tiene tamaño para la cantidad de vainas que ha hecho en el país. Fíjense que militó en aquella cosa que se llamó TFP, Tradición, Familia y Propiedad, después participó en el golpe del 11 de abril y le quitó las llaves a los camioneros para que no entraran a Caracas, y salió rumbo al edificio donde estaba Ramón Rodríguez Chacín para sacarlo de allí y decir que “antes los chavista eran bien machos”. Ismael García es un niño de pecho al lado de López. Es que no ganamos una con estos tipos que tienen encima tanto pasado tramposo.
Y para sorpresa de alguna gente, viene Fracaso Petkoff y sale en defensa de López, y dice que “Venezuela tiene que aceptar el fallo de la Corte porque hay tratados firmados que deben cumplirse”. ¿Ustedes han visto esa vaina? Fracaso Petkoff que debe estar pidiendo disculpas a tantas familias venezolanas por las vainas en que metió a un gentío, ahora pretende dictar cátedra de moral y cívica. Coño, lo mejor que le puede pasar a López es que no lo defienda Fracaso Petkoff. Y lo digo en serio: Fracaso Petkoff vete a las duchas y déjanos salir de esta dictadura. Tus mejores tiempos ya pasaron, Fracaso. Ahora como empleado del Especulador Zuloaga y del Asaltante Mezerhane, pretendes lavar tus culpas.
Y con esta habilitación de López quien está gozando una bola es Ramos Allup, porque él tiene agarrada la mesa por el mango. Y se ríe cuando ve llorar a Ledezma que le dice: “No me dejes solo”. Y más allá Pablo Pérez no sabe qué hacer y mucho menos ahora en esta plaza López que se recuerda.
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