No hay que ser demasiado analista, ni un observador muy avezado, para
escuchar el ruido de sables y cuchillos en la oscuridad en la que se
mueven la oposición y sus escuálidos candidatos, ninguno de los cuales
da la talla ante el Comandante Presidente. Estamos en la noche de
cuchillos largos de la oposición.
Un saco de gatos, en eso se han convertido los escuálidos, que se arañan
y muerden entre si. Los Pre Candidatos se dicen tales cosas, que se ve
con claridad que no hay alternativa valida ante Chávez.
Si esa guerra a muerte entre aspirantes y partidos escuálidos la están
librando hoy -cuando deberían unirse para tratar de ganarle al proceso
de cambio en marcha- ¿qué no ocurriría en el hipotético y negado caso de
que ganasen las elecciones? Venezuela sería una rebatiña, donde
pretenderían repartirse el botín, no sin antes matarse mutuamente, en
procura de prebendas personales y partidistas.
Zancadillas y golpes bajos están a la vista. Escuchamos en rueda de
prensa a voceros de Primero Justicia arremeter contra la “Mesa de la
Unidad”, alegando que está parcializada a favor de Pablo Pérez,
candidato del mismísimo derrotado Manuel Rosales, quien hoy huye por
tener cuentas pendientes con la justicia. Es el mismo Pablo Pérez
abanderado de AD, candidato de los adecos, es decir, de corruptos e
ineficaces. La Mesa de la Unidad se defiende de los ataques del simplón
Gobernador de Miranda, mientras el sucesor de Manuel Rosales lanza
insultos contra el desminuido mirandino.
Por otra parte, diversas razones alegan los ya numerosos Pre Candidatos
que han dado marcha atrás, abandonando la pelea por los empujones
recibidos. Primero fue el Gobernador Pérez Vivas, quien retorno al
Táchira, al darse cuenta de que podía quedarse sin el chivo y sin el
mecate. Luego el turno correspondió a Álvarez Paz, a quien el peso de
años y errores acumulados lo hizo salir de la contienda. Tocó después el
turno al tercer copeyano que aspiraba, cuando su propio partido le negó
el respaldo. Entonces Fernández mintió otra vez, dijo que retrocedía
para ser mediador entre los escuálidos contrincantes. El mismo argumento
utilizó Ledezma, quien recibió de AD una patada por el trasero, a pesar
de haber jurado ser más adeco que los adecos, y haberle llorisqueado a
Ramos Allup, quien siempre lo ha despreciado. La lista de deserciones se
agranda, mientras crecen la furia y los ataques entre los
sobrevivientes, en la todavía inicial noche de cuchillos largos.
Irónicamente la oposición, que responde a lo viejo -a los esquemas
superados que no volverán- escogieron el próximo 12 de febrero, Día de
La Juventud, para hacer sus primarias y “ultimarías”, porque a no
dudarlo, quedarán de últimos.
Otra característica de la contienda es la ausencia absoluta de ideas y
propuestas. Ni un solo programa se debate. Es una contienda de dolor, un
proceso deprimente para aquellos que pudiera no gustarle la Revolución
en marcha. No ven salida. Hoy hay una sola alternativa, la del
Socialismo que avanza. La revolución está garantizada. No pasarán, no
sólo porque no lo permitiremos, sino porque ellos mismos se están
matando.
No obstante lo dicho, que nadie caiga en triunfalismo, porque tenemos
que derrotar una vez más, ya no a los insípidos escuálidos que se matan
entre sí, sino al imperialismo que hará del títere escogido como
candidato, su abanderado, a quien inyectarán todo el dinero del mundo.
Las presiones internacionales serán inmensas. Sin embargo, si hacemos
lo que nos corresponde hacer, si trabajamos con patriotismo, somos
inderrotables. No podrán borrar el sueño del pueblo.
(*) Luchador social y fundador del PSUV
cesar.dorta62@gmail.com