Fuera de todo espejismo o sueño, llegó. Finalmente llegó, el tan anhelado 2012. El deseo por su arribo tenía realmente perturbada a la oposición venezolana.
Sus ventrílocuos, anclas y moderadores de los programas de opinión de la mediática opositora, enfebrecidos, colocaron carteles donde anunciaban cada noche: "faltan yo no sé cuantos días". ¿Para qué? No lo decían, aunque se podía suponer. Y así fue hasta el último día del 2011. Pero, como dice el viejo adagio, "los deseos no empreñan".
Esta oposición no ve a los lados. Tiene gríngolas hace mucho tiempo. Es viejo ya que no ve los logros en educación ni en salud. Y menos los avances en nuestro territorio, en la lucha contra el narcotráfico, reconocidos por organismos internacionales. Estos anclas se burlan estruendosamente de los avances de la Gran Misión Vivienda Venezuela. "¿144 mil viviendas entregadas hasta diciembre? Ja, ja, ja. Si acaso, diez mil", ripostan. Ni por asomo lo aceptan. Lo que ocurre es que sí se están entregando las viviendas en diferentes estados. Y se siguen construyendo.
Nos despertamos. Llegó el 2012. Tiempo indetenible. Pronto será el 12-F. La oposición se ha inventado varias: "el gobierno conspira contra las primarias de la oposición"; "el CNE niega el apoyo al proceso de las primarias"; "la MUD denuncia intromisión del Psuv en el carácter de las primarias" (¿?) No se entiende. Hay que buscar a un traductor con urgencia.
Para la oposición, estas eliminatorias entre lo mismo, se las inventaron ellos (como dicen), "que sí son demócratas" y para complacer a sus fans, tienen que concluirlas. ¿Cómo?, todavía no se sabe. Las hipótesis van a que los votos no serán suficientes para ungir a ninguno de los candidatos y se prevé que será un hándicap en su contra. Tendrán un ganador marcado con una derrota previa en su propio seno. Dilucidar esto será tema de la oposición.
La MUD deshoja la margarita: primarias, no primarias. Los días siguen avanti y para los bolivarianos el anhelado 2012 y, en concreto, el 7 de octubre, cada vez se palpa más cerca. Adivinadores, numerólogos, profetas falsos y astrólogos, cosa rara, no han hablado mucho. El calendario maya se desvirtuó: el mundo no se acaba en el 2012. La revolución bolivariana continúa su curso.
Periodista/Prof. universitaria