En aquellos días cuando todo los partidos políticos venezolanos afinaban
su estrategia para las elecciones parlamentarias, elecciones en las que
al final se negó a participar la oposición venezolana, escribimos una
nota titulada: La habilidad de Ramos Allup y la estupidez de los otros.

Textualmente dijimos en ese entonces lo siguiente: “Los "lechuginos
petimetres" se saben con capacidad para incrementar su representación en
la Asamblea Nacional y Manuel Rosales da por hecho que por lo menos diez
parlamentarios tendrá su partido en el nuevo parlamento. En Acción
Democrática las cosas son diferentes y todo indica que corre el riesgo de
pasar a ser la tercera fuerza de oposición (y la quinta del país).
Esta realidad para un partido que por más de cincuenta años ha sido
gobierno o primera fuerza de oposición, representa su acta de defunción.

Consciente de esta realidad, Ramos Allup saca a relucir su experiencia
política y pasa a liderar el boicot contra las elecciones parlamentarias.
Hábilmente maniobra para que los dueños de medios de comunicación
amenacen a los querubines de Primero Justicia con no darles cobertura
mediática sino hacen lo propio. De Manuel se encargará él mismo, pues no
se necesitaba mucho para hacer que cambie una vez más de opinión.
Varios pájaros mata de un solo disparo el líder de AD con esta
estrategia: Evita lo que parece una muerte anunciada para su partido;
genera una crisis dentro de los partidos de derecha que amenazan con
relegarlo al quinto puesto dentro del panorama electoral venezolano y
demuestra a los gringos que él maneja la política de oposición en
Venezuela, lo que le representa dinero fresco”

La historia nos dio la razón. Ramos Allup consiguió mantener viva a
Acción Democrática y frenó el avance de su principal rival en la derecha
(Primero Justicia). Ahora viene por la estocada final.
Siempre hemos dicho que este político es un delincuente pero tiene
cerebro y lleva años luz de experiencia, sagacidad y habilidad a la
manada de fanáticos y tontos que hacen vida es los partidos de la
derecha venezolana.

A sabiendas de que Pablo Pérez no tiene ninguna posibilidad ante Chávez,
Allup lo promueve como candidato a la presidencia para sacarlo del juego
político.
Sin cerebro, sin habilidad, sin los reales que representa la gobernación
del Zulia y con una derrota encima. Pérez pasará a ser un monigote en las
manos de Allup.

Con el mismo objetivo promueve a la esposa del filósofo maracucho a la
gobernación del Zulia.
Las encuestas le dicen claramente a Allup que Evelín no tiene vida, pero
esa es precisamente la razón por la que la impulsa.
Una derrota no le dejaría a la actual alcaldesa de Maracaibo otra acción
que retomar el único papel que suponemos sabe desempeñar… el de esposa y
alumna del filósofo.

Con Manuel Rosales prófugo de la justicia; sin el poder político y
económico que dan la alcaldía de Maracaibo y la gobernación del Zulia y
con sus dos delfines en las condiciones que ya expusimos, la mesa estará
servida para que Ramos Allup reagrupe a toda la dirigencia de Un Nuevo
Tiempo en Acción Democrática o maneje ese partido como una franquicia
adeca.

Si por otro lado, consigue derrotar a Capriles Radonski en una interna
con Pablo Pérez o lo obliga (como intenta) a declinar en favor de este
último, le habrá dado la estocada final a su gran rival en la derecha
venezolana… Primero Justicia pasaría a ser un partidito mucho más
disminuido de lo que es hoy en día.

En resumen, Ramos Allup intentará dejar fuera de combate a Manuel Rosales
destruyendo políticamente a sus dos representantes y hará todo lo posible
por desaparecer del mapa a Primero Justicia. Esto, dado que los demás son
unos patarucos, convertirá a Ramos en el máximo jefe de la oposición
venezolana, en el dueño de los billetes que envían desde el norte para
luchar contra Chávez y en el hombre que decidiría quien será candidato a
alcalde, gobernador o diputado por la oposición, de ahora en adelante.

arellanoa@pdvsa.com