La señora Cachi está nerviosa. “No puede ser, dónde se habrá metido Peter” Peter es su chofer y tiene que llevarla al Grupo Escolar Internacional Guillermo Zuloaga, donde ejercerá su derecho al voto. Cachi está furiosa porque “esta dictadura nos volvió locas a todas, yo estoy segura de que Peter es chavista, y por eso no quiere venir para llevarme a votar, para que fracase la democracia”. Entonces decide llamar a su amiga Tita: “Hola, Tita, ¿ya votaste? ¿Tampoco haz votado porque el chofer no ha llegado?. Mira, Tita, yo estoy segura de que eso es una conspiración de los choferes nuestros para que fracase esta jornada cívica, todos son chavistas”.
Al fin Peter apareció pidiendo disculpas, porque un periodista de Globovisión lo había entrevistado mientras estaba en la cola votando por “el candidato que usted me dijo, señora”. “No lo digas, que el voto es secreto”.- Lo interrumpió Cachi, y después ordenó: “Y ahora llévame al grupo escolar Guillermo Zuloaga para depositar mi fe en lo que viene. Y no te olvides de ofrecerte para llevar a algún marginal que quiera votar y no tenga vehículo”.
Cuando Cachi llegó al grupo escolar vio que había mucha gente en la cola, y por un momento pensó en usar su apellido para votar de primera, pero se dio cuenta de que eso no era justo, porque la gran mayoría de los que estaban en la cola lo más que tenían era precisamente apellidos importantes. Decidió acercarse a la cola mientras Peter estacionó el Mercedes y se bajó a conversar con otros colegas. “Esta Cachi me tiene corriendo de un lado a otro”.- dijo. Y Robert le contestó: “A Tita tuve que llevarla a la peluquería y después al sastre para que le acomodara el traje, y ahora, al fin, la traje a votar, es la primera vez que la veo tan democrática”.
Cachi se encontró con Tita en la cola: “Tita, parece que al fin vuelve la democracia a este país. Qué tiempos aquellos cuando mandaban nuestros maridos, que ni siquiera uno salía a votar, porque ya habíamos puesto al presidente”. “Si Cachi, yo tengo muchas esperanzas en que nos devuelvan pdvsa y el Banco Central”. A medida que la cola avanzaba, Cachi y Tita recordaban que “todo tiempo pasado fue mucho mejor para nosotras, Tita”.
Desde el grupo de choferes de la gente que estaba votando, Peter le dijo a Robert, “Esa es la cola más millonaria que yo he visto en mi vida, colega”.
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