En lo electoral hay que reconocer que el resultado obtenido por el conjunto de precandidatos de la oposición es superior al esperado. Y no voy a entrar en consideraciones sobre si hubo voto doble, sobre la falta de capta huellas y la quema de los cuadernos de votación, que si bien son argumentos válidos y no descabellados a la hora de pensar que el resultado pudo ser fraudulento, fueron la condiciones aceptadas por el árbitro electoral. Si hubo descuido tarde piaste pajarito. Pero no pienso ahora, sin pruebas fehacientes convertirme en el Henri Ramos chavista.
Es menester preguntarse ¿acaso esos 3millones de simpatizantes opositores viven todos en el country? ¿Qué sucede que el grueso de la clase media venezolana sigue creyendo es aquellos que casi la desaparecen cuando gobernaron? ¿Por qué será que esa clase media no recuerda los créditos balón o indexados que regían sus hipotecas? ¿No ha sido acaso el gobierno de Hugo Chávez quien estableció carteras obligatorias a la banca con tasas de interés flexibles para que esa clase media hoy pueda tener negocios, bienes y fluya el dinero? Yo creo que no lo entienden o no lo saben porque no se lo hemos explicado. Y también por una aversión y prejuicio estúpido a la generación de riqueza, cuando ésta no es mala en sí misma sino que debe responder al por qué y para qué de la sociedad. Dicho error además es estimulado por dirigentes “revolucionarios” que denuestan contra la burguesía y viven lo más parecido que pueden a ella.
A todas luces, si bien lo números no le alcanzan ni le alcanzarán para derrotar a Chávez, la oposición logró una movilización, para el tipo de evento, que no se debe caer en el error de subestimar.
Entre otras cosas las maquinarias fueron sobreestimadas. Tanto por analistas de izquierda como de la derecha. Esto sin duda es una espada de Damocles sobre el cuello de los viejos partidos. Pues la movilización voluntaria del electorado demuestra la poca simpatía que el votante independiente (opositor) le tiene a estos.
A su vez el discurso recalcitrante fue desechado, es un dato a tomar en cuenta. Pudiéramos decir entonces que en lo electoral hay cosas positivas. El árbitro y la democracia están legitimadas ante la opinión pública nacional e internacional, si el CNE les organizó las internas ¿se atreverán a cantar fraude el 7-O? Y por otra parte el adecaje va poco a poco a parar al basurero de la historia y lo único que quedará de ellos será el triste recuerdo del daño que le hicieron al país y los muertos que llevan a sus espaldas.
El Capoldo gana las elecciones porque es el candidato de la burguesía. Ante el asedio de las maquinarias y los “viejos liderazgos” los oligopolios de los alimentos y la comunicación deciden salvar a su delfín con mayores opciones, sacrificando al otro del gran ego. Fue grotesca la cantidad de publicidad, afiches, vallas, y dinero gastado (público y privado) en función del tipo de evento. Donde se supone los esfuerzos son más modestos por tratarse de un enfrentamiento entre “amigos”. Pero en esta ocasión, la burguesía no podía permitirse sentarse nuevamente en las piernas de Ramos Allup, Barbosa, Hernández, Rosales etc. Así que la opción que quedaba era coger el sartén por el mango. Es como entonces se entiende la forma ventajista sobre sus contendores, como globovisión, últimas noticias, el mundo y otros capos del espectro mediático dieron cobertura al delfín.
Lo hicieron lucir bonito y bien en todas sus presentaciones, le dedicaron mayor tiempo al aire y utilizaron los anclas de sus medios para vender el mismo discurso vacío, lleno de clichés y banalidades que sigue calando en un grueso importante de la población. Allí en el terreno del juego sucio derrotaron a lo que osaron llamar “el pasado” ¿los Adecos y nuevo adecos perdonarán? El tiempo lo dirá.
Para terminar hay que decir, bienvenida la burguesía y su candidato. Porque es al final a la que se va a enfrentar. Por fin frentera y no por mampuesto. Es esa burguesía misma, la que nació en dictadura y medró de la democracia cuartorrepublicana y que lastimosamente ha medrado de esta (por necesidad). Es a la burguesía y su delfín, delfín que sin vivir en el Zulia fue diputado al congreso del 98 por salir escondido en una lista, delfín que sin tener peso político llegó a ser Vicepresidente del congreso, luego con cara lavada llegó hasta gobernador, por el hecho de asaltar embajadas y meter preso a ministros siendo alcalde. Y como en política no hay casualidades ni movidas inocentes, cabe decir,” todo por el apellido”. Preparémonos pues, para darles una vez más la bienvenida a, la burguesía y su candidato burgués.
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