Con angustia -al no saber qué pasa- veo como los revolucionarios, particularmente los líderes nacionales de nuestro PSUV, así como los Ministros, los diputados y gobernadores se han lanzado a criticar y señalar desaciertos del candidato del pasado y del imperialismo, haciéndolo centro de nuestras actuaciones. Por supuesto que lo que dicen es verdad, incluso muchas veces se quedan cortos, pero esa no puede ser la estrategia, estamos girando en torno al pasado y no alrededor de lo que es nuestro y nos interesa: el Socialismo que estamos construyendo y la Revolución que estamos transitando.
No más pólvora en zamuro, el objetivo no puede ser el abanderado de la oligarquía que impuso el Imperio yanqui, sino nuestra Revolución Socialista, y es en torno a ella que debemos centrar el debate. Que se hable bien o se critique nuestro proceso, pero que él sea siempre el ombligo, el tema central del debate.
Recuerdo bien, como si fuera ahora, como en 1998, tiempo en el que el Comandante Chávez se puso en marcha hacia la presidencia, todos los partidos políticos venezolanos y sus diferentes candidatos y líderes salieron contra Chávez, centrando en él sus discursos y el debate.”Todos Contra Chávez”. El resultado fue el que tenía que ser, Chávez les dio una paliza, porque en ese momento fue el centro del debate. Pendiente aprendamos de esa lección y no victimicemos al contrincante.
Confieso no tener a la mano todos los elementos para sentenciar que estamos equivocando el camino, no tengo encuestas, resultados de Focus Group, ni estudio alguno de opinión que recomienden fuego cerrado contra Capriles, y olvido de los logros de la Revolución, olvido absoluto de hacia dónde vamos, de cuánto hemos avanzado y cuánto nos falta transitar.
Mi extrañeza aún es mayor cuando recuerdo que el Comandante Presidente dijo recientemente -y con sobrada razón- que los escuálidos oligarcas presentan en cada oportunidad un candidato más majunche, siempre peor que el anterior. Si este majunche candidato es peor que Frijolito y que el delincuente que huye, Manuel Rosales, entonces ¿por qué nos desgatamos?, ¿por qué nuestras municiones van contra él, olvidándonos de vender nuestro propio producto y logros? Que alguien me explique, por favor, el sentido de esta estrategia, porque me siento muy angustiado como militante de la Revolución en marcha.
Invito a cambiar la estrategia. Dediquémonos a recordar cuánto hemos hecho para sembrar el Socialismo en Venezuela. ¿Por qué no le hablamos al país de nuestra Revolución, de cómo hemos invertido la pirámide, y hoy las mayorías están arriba, mientras intentamos ubicar en sus puestos a quienes pretenden seguir viviendo de privilegios?.
Quisiera oír hablar de las Misiones y de los programas populares, de la educación y de la salud, del empleo y la alegría. Quiero que los líderes del Partido de la Revolución hablen de la gran Misión Vivienda, de cómo estamos haciendo para que cada venezolano tenga una casa digna, y se sienta orgulloso de ser compatriota del Libertador Simón Bolívar.
Capriles no tiene con qué, ¿entonces por qué desgastarnos en atacarlo y no dedicar nuestra fuerza e inteligencia en vender la Revolución Socialista?. Por favor, no gastemos más pólvora en zamuro.
cesar.dorta62@gmail.com
* Luchador social y político