Las Banderas de la Oposición y sus Intelectuales

Estamos en la antesala de un nuevo proceso electoral, mucho más definitorio que el anterior. Cada confrontación electoral con la oposición cobra importancia, porque como ya se ha dicho, la nueva confrontación coloca al tren de la revolución frente a encrucijadas y ahí la necesidad de tener la fuerza para que el tren prosiga en su ruta bolivariana.

Entendemos que los medios de la oposición trabajan para no hacer visibles los avances que el proceso ha concretado en estos 13 años de gobiernos y para ello, manejan su matriz del país ideal y maravilloso que teníamos antes de 1998. Venezuela según esta lógica era una especie de paraíso en perfecta armonía y llegó Chávez para hacernos sentir diferentes a través de esta (supuesta) anacrónica teoría de la historia, según la cual, la sociedad se mueve en función de interés distintos. Pobres e indios y negros que ni derecho tenían de registrarse en una escuela primaria eran, según este cuento de la perfecta armonía, una gran mentira. Las universidades públicas full de ricos y con una muy baja representación de jóvenes provenientes de sectores pobres, no era una división social, sino una división de establecimientos y por ahí, la oposición se salía por la tangente en un acontecimiento donde se demarcaba claramente su proyecto clasista.

Veamos cómo sus banderas de lucha contrasta con la realidad que animan. Nos prometen ahora democracia y aún ninguno de ellos ha asumido su responsabilidad por un golpe de Estado. Nos convocan a regresarnos al bello marco institucional de la IV y no se acuerdan, pensando que nadie se enteró del acontecimiento, que su “hombre” bandera (Carmona) se autoguramentó y una vez hecho esto a través de un decreto fabricado por Doctores en derecho, no dejaron una institución en pie. En unos minutos demolieron todo el Estado que la propia IV había construido y que no tenía de Chávez un pelo. El máximo tribunal de la República que había sido demolido por decreto, fue el mismo que dictaminó que tal situación (no golpe) había respondido a un vació de poder y a unas buenas intenciones de los medios de comunicación/FEDECAMARAS y sus operadores político.

Dicen ser muy democráticos y han utilizados los recursos tecnológicos del CNE, pero aun no son capaces de expresar que reconocerán los resultados dados por el CNE. Animan más su plan B, porque el Plan A no levanta.

Nos venden la posibilidad de una empresa petrolera al servicio de los venezolanos, igualita a la que teníamos antes del golpe petrolero y planificaron el paro petrolero. Nos prometen y tiene la bandera de respetar a la propiedad privada y son los mismos que usuran la propiedad de todos los venezolanos para producirle un daño a la nación, cuyo costo supero los 20 mil millones de dólares. Usaron y abusaron de la propiedad privada de todos los venezolanos para dar un golpe y acusan a Chávez de limitar la propiedad privada.

Los Militares en Altamira fue una bandera que ondearon por muchos meses. Hace poco tiempo y con una total ausencia de idea, nos vendieron en vivo y directo su morboso reportaje de los sucesos del Rodeos y pretendieron con sus montajes confundir a los venezolanos. Editaron videos para vendernos una situación de caos y son los que no prometen paz. Los sucesos del Rodeo llenó por un tiempo su falta de creatividad para ser oposición.

Ahora el caso Aponte/Aponte, le sirve de bandera para cubrir su vacio. Increíblemente este vació cobra mayor crudeza frente a la supuesta mayoría intelectual que anima la política opositora. La cantera de sabios de las que disponen tapa su falta de creatividad animando estas banderas. Nos venden una ley de misiones porque creen que es fácil olvidar todo el racismo que han vomitado por años, protestando y “argumentando” que las misiones es parte de la regaladera de real que Chávez ha emprendido. Nos venden un supuesto amor por el país y son los mismos que colocaron símbolos que nos identifican como venezolano en una posición indecorosa. Probablemente la bandera más inocente que han asumidos y aún la llevan con orgullo, son las siete estrellas de la bandera. La octava según ellos, no la merecemos.

evaristomarcano@cantv.net


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Evaristo Marcano Marín


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