Las confesiones del dictador Videla: Fue necesario eliminar entre y 7 y 8 mil argentinos…
El pasado trece de abril los medios de comunicación impresos de la Argentina dieron a conocer en primera página y bien destacado que el ex general Jorge Rafael Videla, presidente de la Junta Militar que gobernó al país entre 1976 y 1983, admitió al periodista Ceferino Reato durante una larga entrevista que éste le hizo en la prisión de Campo de Mayo para el libro que ha escrito bajo el título “Disposición Final”, el cual ya debe estar a la venta en las librerías de Buenos Aires, que durante su mandato se acordó de manera unánime, efectivamente, una política masiva de asesinatos de dirigentes de todo nivel para poder acabar con la subversión.
Sin
titubeos, Videla le dijo al
periodista Reato: “Había que eliminar a un conjunto grande
de
personas que no podían ser llevadas a la justicia ni tampoco
fusiladas”.
Reconoce que su dictadura mató a “siete
mil u ocho mil personas” que estaban
detenidas o secuestradas y que
hizo desaparecer sus restos “para
no provocar protestas dentro y fuera
del país. Cada desaparición puede ser entendida ciertamente
como el
enmascaramiento, el disimulo, de una muerte”.
El militar justifica el uso de la tortura durante “la guerra” y rescata la
influencia de la Doctrina Francesa en la lucha contra la
guerrilla.
Ceferino Reato, editor de la revista Fortuna y autor del best
seller Operación
Traviata, mantuvo veinte horas de entrevistas con Videla entre
octubre de 2011
y marzo de 2012 en Campo de Mayo.
“La
frase ‘Solución Final’ nunca se usó. ‘Disposición Final’ fue
una frase más
utilizada; son dos palabras muy militares y significan sacar
de servicio una
cosa por inservible. Cuando, por ejemplo, se habla de una
ropa que ya no se usa
o no sirve porque está gastada, pasa a Disposición Final”
y agrega Videla:
- “Pongamos que eran siete mil
u ocho mil las
personas que debían morir para ganar la guerra contra la
subversión”.
- “Por
su preparación militar e ideológica, el Ejército
Revolucionario del Pueblo
(ERP) era más enemigo que Montoneros; era algo ajeno, otra
cosa. Montoneros
guardaba algo del nacionalismo, del catolicismo, del
peronismo con el que había
nacido”.
- “No
hay listas con el destino final de los desaparecidos. Podría
haber listas
parciales, pero desprolijas”.
- “Las
desapariciones se dan luego de los decretos del presidente
interino Ítalo Luder
(peronista, casi seis meses antes del golpe), que nos dan
licencia para matar.
Desde el punto de vista estrictamente militar no
necesitábamos el golpe; fue un
error”.
- “Nuestro
objetivo (el 24 de marzo de 1976) era disciplinar a una sociedad
anarquizada. Con respecto al peronismo, salir de una visión
populista,
demagógica; con relación a la economía, ir a una economía de
mercado, liberal.
Queríamos también disciplinar al sindicalismo y al
capitalismo prebendario”.
"Dios sabe lo que hace, por qué lo hace y para qué lo hace. Yo acepto la voluntad de Dios. Creo que Dios nunca me soltó la mano", le dijo a Reato el ex dictador.
Luego de leer esta macabra confesión de este personaje, quien asume la conducción del golpe militar contra el gobierno de Isabel Perón en nombre de los grupos oligárquicos y empresariales más fascistas de la Argentina, con el apoyo, sin la menor duda, del gobierno norteamericano de Gerald Ford, de los centros del poder económico mundial, así como de la dictadura chilena comandada por Augusto Pinochet , nos vienen a la memoria los sucesos que ocurrieron en nuestro país en abril/2002 y que llevaron por muy pocas horas a Miraflores a esa misma calaña de gente y que hoy, sin reconocer los crímenes y garrafales errores que cometieron con nuestro pueblo es ese lapso tan corto que no pasó de las 48 horas, pretenden retomar el poder por la vía del voto, así lo dicen de la boca para afuera, nada más, pues está claro que manejan estrategias de desestabilización, de golpe de Estado e inclusive del magnicidio, ante los pésimos pronósticos que ya manejan y que les anuncian, sin lugar a equívocos, que el Comandante Chávez les ganará las elecciones el 7 de octubre venidero con un amplio margen que será superior al 25%.
Pero es que esas declaraciones no hacen otra cosa que mostrarnos el verdadero rostro del fascismo y de lo que es capaz de hacer sin mayores tapujos: asesinar a todo aquel que se les oponga a sus pretensiones de imponerles a los pueblos políticas neoliberales y expoliadoras para beneficio exclusivo de quienes por décadas han controlado el poder político y económico de nuestros países.
Si Carmona Estanga y sus compinches se hubiera consolidado en Miraflores luego de los sucesos del 11 de abril, los venezolanos hubiéramos pasado por la misma y trágica experiencia argentina y para nada estamos especulando al afirmarlo, pues allí quedaron grabados para la historia los crímenes de Puente Llaguno, las declaraciones de Otto Neusthal de CNN sobre el anuncio de seis muertos por parte de los militares golpistas el 11 de abril cuando aún no se había producido el primero, el asedio feroz y criminal de la Embajada de Cuba, la desatada persecución de chavistas por todo el país con el apoyo abierto y descarado de los medios privados de comunicación, el atropello a los derechos humanos del ministro Ramón Rodríguez Chacín y del Diputado Tarek William Sab, la auto juramentación de Carmona como Presidente, la destitución de sus cargos a los integrantes de los poderes públicos, la confesión de Ramírez Pérez, designado ministro de la defensa del nuevo gobierno, de que el golpe lo dieron los medios de comunicación, etcétera, etcétera…
Y por último, no debemos olvidar las declaraciones de Orlando Urdaneta a la periodista María Alcira Salazar en el Canal 22 de Miami el 24/10/2004 (palabras más, palabras menos):
A la pregunta de la periodista "¿Eso cómo ocurre [salir de Chávez]?", Urdaneta responde: “Esto ocurre con unos hombres con armas largas con unas mirillas telescópicas que no fallan…”
María Elvira, le replicó: ¿Eliminándolo cómo?,
Urdaneta respondió: "facilito, una
persona con un fusil y mira
telescópica y ya está…!"
-María Elvira, un poco asombrada por esta respuesta no le quedó
más que
preguntar: ¿y qué espera la gente?...
-Urdaneta respondió: "si la
gente está esperando una orden, yo les
doy la orden y, por supuesto, hay que liquidar –también-a
una buena parte de su
jauría…"
¿Qué les parece amigos lectores?
! Qué bueno es refrescar la memoria de modo permanente para impedir que el fascismo nos sorprenda bajo falsas promesas…!