Al
parecer, para un político que utiliza el púlpito de la Iglesia de la
Virgen de la Caridad del Cobre, ubicada en Santa Paula, El Cafetal,
disfrazado con una sotana y de nombre Manuel Díaz Álvarez, Jesucristo no
es el Mesías de los cristianos.
Para este
seudo sacerdote, que no sé si es párroco de esa Iglesia, Jesús no es el
Mesías. Según él, el Mesías está vivito y coleando y se llama Henrique
Capriles Radonsky.
El político con sotana,
durante el sermón de una pagada misa realizada por el aniversario de la
muerte del padre de una amiga, comenzó a alucinar hablando de que Juan
el apóstol quería hacer una revolución, etc., etc., de que "Tenemos
frente a nosotros a un Mesías que se está presentando y que nos da una
propuesta para vivir mejor, en democracia, sin yugo, donde no tengamos
un canal de televisión que ofende al candidato llamándolo Majunche. A
este Mesías hay que escucharlo con atención, bla, bla, bla, bla,
agregando que perdonaba a los chavistas".
¿Perdonar
a los chavistas? ¿Y acaso qué le hicieron? ¿Mesías? ¿Cuál Mesías? ¿Este
cura cambió la historia anulando de un sopetón a Jesucristo? ¿Pulverizó
2.000 años de fé cristiana? ¿Se fumó una lumpia este señor que dice ser
sacerdote? Definitivamente se le salieron los tapones.
Pues
bien, en plena misa, algunas personas empezaron a verse las caras, con
expresiones como preguntándose, ¿y a éste que le pasa? o, ¿qué está
pasando aquí?
Entonces, algunos miembros de la
familia del difunto al que se le ofrecía la misa, se levantaron de sus
asientos diciéndo, "¿Qué es esto? ¡Yo pensé que estaba en una Iglesia,
no en la sede del Comando Venezuela! Y salieron de ipsofacto de la
iglesia en plena misa, si es que eso se puede llamar misa, porque más
bien parecía un mítin de la MU$.
A este
sacerdote deben excomulgarlo por decir blasfemias en una misa,
quitándole el lugar de 2.000 años a Jesucristo para dárselo a Engañosky,
y si lo hace en una misa, entonces lo hace en todas las demás.
Se
supone y que yo sepa, la Iglesia es la casa de Dios en la que se habla
la palabra del Señor, y no son sedes del comando de campaña de
Engañosky.
Que se quite la sotana el tal cura
Manuel Díaz Álvarez. Que no sea tan hipócrita y no utilce la casa de
Dios para sermonear estupideces.
Que no me
encuentre yo en una misa y tenga que escuchar a un cura diciendo este
tipo de sandeces, porque les juro que el cura se arrepentirá de haberse
levantado de la cama esa mañana.