Ah, pero nosotros seguimos creyendo que el pueblo –ese montón de marginales chavistas- es pendejo. Es decir, nosotros creemos que los podemos engañar otra vez, que les decimos: “Toma tu plancha de zinc y arma tu rancho y nos vemos en las próximas elecciones”. No, esa vaina lo hicimos en el pasado, ahora esa gente aprendió y sabe cómo se bate el cobre. Lo que pasa es que nosotros queremos hacer lo que nos da la gana. Forjamos un documento militar y qué fue, qué vas decir, aquí manda Papá Montero, y ya está. Así pensamos nosotros. Nosotros sabemos que Embajada Radonski no tiene nada en la cabeza, bueno, ahora sí tiene, porque tiene la gorra que no se la quita para que se moleste el CNE, y es bueno que la tenga, porque así, por lo menos tiene algo en la cabeza.
Y el papá de Margot, el otro día, hablando por teléfono, le estaba formando un peo a un amigo, y le decía: “Pero que le cuesta a ese pendejo decir que sí es adeco y sí es copeyano y sí es de Bandera Roja y sí es masista y sí es todo lo que le dé la gana. Yo prefiero salir a recorrer el país con Ramos Allup y Omar Barboza que sí conocen lo que queda de Venezuela, y no con ese tal Ecarry, que no sabe dónde carajo queda Carapacho”. Así decía el papá de Margot mientras nosotros veíamos una rueda de prensa de Embajada Radonski, donde decía que él no iba a regalar el petróleo, y en ese momento lo escuchó el papá de Margot y dijo: “Mira lo que está diciendo ahora, que él no va a regalar el petróleo, claro, como a él le han regalado de todo, desde una diputación hasta una gobernación, ahora dice esas pendejadas, no sabe lo que dice ese muchacho, pero tenemos que morir con él”.
Así que seamos sinceros: de nuevo no tenemos un carajo. Y adecos somos y en el camino andamos con Copey y el Mas y Bandera Roja y Primero Justicia, que es el partido que se quiere coger la candidatura de Embajada para ellos. Parece que nunca vamos a ser sinceros y nos importa un carajo mentirle a la gente.
- Ponme la mano aquí, Macorina.- me canta Margot.