Nada más peligroso por estos días que el ya conocido discurso abultado de mentiras y de engaños que ha venido caracterizando a la oposición venezolana y a su candidato Capriles Radonski. Su cinismo no tiene parangón alguno y sus excesos se pierden en lontananza, muy lejos, por allá donde los vientos se cruzan a la mitad de la noche. Dígame ese cuento que ahora a Capriles Radonski le dio por apuntar sus embustes hacia los servidores públicos a quienes ha prometido una serie de promesas absurdas porque hoy, como nunca en la historia de este país, la masa laboral pública y privada ha sentido el verdadero apoyo del Ejecutivo y de una serie de leyes que aseguran el buen vivir de los venezolanos y venezolanas en toda su dimensión.
El descaro es tan grande cuando todo el mundo sabe que es este mismo personajillo quien adeuda una serie de compromisos con los trabajadores de Miranda, a quienes ha vilipendiado desde hace mucho tiempo desde que se dedicó a hacer campaña electoral llevando una serie de promesas vacías, huecas, carente de forma, de integridad, de proyectos viables, tratando de lograr engatusar a cualquiera que pudiese estar desconectado de la nueva realidad que se vive en el país desde la llegada de Hugo Chávez a Miraflores.
De allí que su campaña, la de Capriles Radonski, se limita a tropiezos y vacios, un accionar irregular que ha venido variando producto de la desesperación de los resultados de todas las encuestadoras del país que dan por asegurado el contundente y sonoro triunfo de Hugo Chávez el próximo 07 de octubre. Por eso ha volcado sus pocas fuerzas para tratar de imitar al Candidato de la Patria, tratar de emular un proyecto de inclusión, cuando todos sabemos que bajo sus mangas hay una serie de ambiciones que están conectada con los grandes centros de poder económico mundial para intentar nuevamente a regalarle el petróleo y privatizar a Pdvsa.
Lo que no sabe este opositor apátrida es que ya el pueblo venezolano se encuentra en una fase de maduración político y social que le permite discernir entre ese saco de gatos, que es la MUD, y su candidato mentiroso y la propuesta humanista, socialista, espiritual y de amor que ha venido dignificando a los venezolanos y venezolanas con un acción ejecutiva honesta, con un Gobierno Revolucionario responsable, trabajador, serio, ecológico, amoroso y social que se ha esmerado en llevar la mayor suma de felicidad posible a un pueblo que cada día se siente justificado por nuestro líder Hugo Chávez Frías, quien ha sabido casarse con la inmensa mayoría de venezolanos y venezolanas que de manera desprendida apoyan esta gestión de gobierno hoy y siempre.
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