1) Impusieron una reforma agraria “sui géneris”, que acabó con la agricultura en el campo y llevó a los campesinos a vivir hacia las afueras de las ciudades en la miseria más absoluta. Cuando cayó la dictadura de Pérez Jiménez, en enero de 1.958, sólo había un grupo muy pequeño de ranchos hacia el oeste de Caracas, en un sector de la Parroquia Sucre que se llama La Cortada de Catia.
2) Los sistemas de salud públicos los abandonaron y paralelamente formaron médicos con mentalidad mercantilista, para quienes los pacientes eran clientes nada más y no seres humanos y es en ello donde es posible explicar el rechazo que el gremio de la Federación Médica ha tenido por el programa “Barrio Adentro”, dirigido a los sectores más necesitados del país, los cuales integran más del 60% de su población.
3) Hicieron lo mismo con la educación pública, para con ello fomentar y hacer de esa sagrada actividad un negocio de alta rentabilidad.
4) Instauraron un régimen de terror y muerte para quienes no comulgaban con las políticas expoliadoras y entreguistas de nuestras riquezas a las grandes corporaciones comerciales y financieras extranjeras. Se calcula que el número de muertos y desaparecidos que nos dejó la Cuarta República supera con creces las 3 mil personas.
5) Cerraron decenas de medios de comunicación que les formulaban críticas a la gestión gubernamental, como fueron los casos de los periódicos Tribuna Popular, El Independiente, Dominguito, Clarín, La Pava Mancha, El Venezolano, La Extra, En Letra Roja, El Siglo, Qué pasa en Venezuela, Tal Cual (1967), Clarín, Venezuela Gráfica, La Hora, Crítica, El Tiempo de Trujillo, El Día de Acarigua y, entre otros más, el diario Libertad de Coro, e impusieron la censura cuanta veces se les ocurrió y como caso bien emblemático, citamos la que le impuso CAP II al diario El Nacional (febrero/1992), a donde enviaron a cumplir tan democrática tarea al dirigente adeco y exdiputado Pedro Alcántara y cuyo dueño, Miguel Enrique Otero Castillo, parece que eso se le olvidó…
6) Quebraron las instituciones crediticias estatales, las cuales sólo atendían los requerimientos de los que más recursos tenían y el pueblo no recibía ni migajas, simplemente porque ese pueblo no contaba con bienes de ninguna naturaleza para garantizar absolutamente nada, sólo su fuerza de trabajo, lo cual se estableció como requisito sine qua non para acceder al crédito público, como fueron la Corporación Venezolana de Fomento, el Banco Agrícola y Pecuario, La Corporación de Marcadeo Agrícola, Mesifrica, etcétera, etcétera.
7) La impunidad campeaba a sus anchas en los sectores pudientes de la sociedad. Sólo lo pobres eran enjuiciados por los delitos cometidos, pero los que disponían de recursos o eran ricos de cuna, no se les sancionaba, por más atroces que hayan sido los crímenes y robos que hubieran cometido y una prueba contundente de ello se consigna en el libro “4 Crímenes, 4 Poderes” (*), escrito por un comisario policial que pone allí al descubierto a los responsables de esos crímenes, pero que ninguno fue ellos fue sancionado como lo mandan las leyes (los responsables era hijos de familias pudientes, políticos y diputados, un sacerdote y un militar, muestra ésa bien representativa de esos sectores).
8) La corrupción campeaba a sus anchas y fue tanta que un alto político de mucho poder, Gonzalo Barrios, presidente de AD, se jactaba explicando semejante aberración, diciendo que: “el venezolano roba los fondos públicos porque no tiene razones para no hacerlo”. En ese largo período de cuatro décadas, sólo fue a la cárcel por corrupto el que se hizo famoso por eso, por haber sido el único en ese lapso, el chinito de Recadi…!!!
Y, bueno…
sería interminable relacionar más desmanes y algunas otras
atrocidades de las
miles cometidas en esos 40 años en el marco de una democracia
falsa que
únicamente sirvió para que unos pocos políticos corruptos y sus
compadres y
amigotes saquearan los dineros del erario público y anden hoy,
los que aún
viven, con la cara muy lavada recorriendo el mundo como si no
hubieran roto un
plato o sus herederos, mucho de los cuales quizás no sepan que
disfrutan bienes
y dineros mal habidos…, pero esto es más que suficiente para
fundamentar nuestro
convencimiento de que no volverán…!!!
Hoy el pueblo ha tomado conciencia de su condición de ser humano
con el mismo
derecho que esgrime cualquier otro ciudadano del mundo a vivir
en dignidad. A
transitar una patria en libertad plena, en donde impere la
justicia por sobre
todas las cosas, donde no hayan excluidos ni segregados, donde
todos tengamos
las mismas oportunidades de crecer intelectual, moral y
espiritualmente, como
requisitos irrestrictos para que la paz sea la compañera
inseparable de todo
proyecto que apunte a ser de Venezuela el país grande y soberano
que soñaron
nuestros libertadores.
oliverr@cantv.net