Alguien cercano al diputado Juan Carlos Caldera me comenta que el joven parlamentario vive, a nivel personal, el peor momento. Vaya que no es para menos. Al asunto del video revelado el jueves 14 de septiembre (indiscutible, innegable y polémico video donde aparece recibiendo dinero) se suma la actitud asumida por sus “compañeros” de tolda que en menos de media hora lo dejaron guindando de la brocha.
Al mejor estilo de la derecha fascista, lo descabezaron sin haberle dado el más mínimo derecho al habla aunque un día después (24 horas en política es una eternidad) Tomás Guanipa haya declarado que el propio Caldera había pedido su separación de Primero Justicia y de la campaña de Henrique Capriles. Si así fue, ¿por qué no lo dijeron el mismo jueves? ¿por qué no lo aclaró el propio asambleísta en desgracia cuando ofreció la rueda de prensa? La respuesta la dio el presidente Hugo Chávez el sábado desde Apure: “Hicieron leña del árbol caído”. Si así son entre ellos, ¡imaginemos cómo habría sido la cacería de brujas de haberse consolidado en el poder en abril de 2002!
Mientras tanto, todas y todos esperemos que Caldera –fiel aún al candidato que lo defenestró– aclare detalles como los siguientes: ¿Por qué mencionó en primer lugar a Diosdado Cabello durante la rueda de prensa? Si considera que está detrás de lo que le ocurre, ¿por qué no lo demostró? Si el dinero era para él y su campaña como alcalde en el municipio Sucre, ¿por qué parecen condicionarle esa entrega a una tarea que en boca del mismo Juan Carlos Caldera “no está hecha” aunque “las cosas van bien”? ¿Realmente “esa tarea” era llevar a Capriles a puntear las preferencias electorales como señaló el jueves ante los periodistas, aunque las encuestas evidencien que no es así? ¿“El jefe” y el aspirante se vieron finalmente en el exterior “en algún viaje que haga Henrique” como lo asomó durante la grabación?
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