Nuevamente, ya como disco rayao, los planes del imperio norteamericano es el de avivar llamas de violencia a como dé lugar. Ante la contundente derrota que se le avecina al Majunche perdedor, los macabros cerebros de Estados Unidos han querido lanzarse al agua con un atentado contra su marioneta en Venezuela, el apátrida y traidor de Capriles Radosnki, a fin de buscar martirizarlo, pretender convertirlo en su ídolo, y tratar de buscar una violencia que pudiese desencadenar en una guerra civil, a fin de tener la excusa oportuna de una invasión y dividir el país.
Un plan para muchos de película; sin embargo, estas acciones han surtido para ellos y sus intereses un formidable efecto en otras latitudes, como por ejemplo en Libia y ahora en Siria, donde se ha venido produciendo una guerra que nadie sabe tan cruenta pueda terminar. Así son ellos. Así han actuado durante décadas. Así han querido acabar con las democracias y autodeterminación de los pueblos, su soberanía y su libertad.
El imperio norteamericano ya entendió que el legado más profundo fue haber despertado la conciencia del pueblo venezolano, por lo que, ante la inesperada partida de nuestro líder y comandante Hugo Chávez Frías; se ha venido profundizado la disciplina y la unidad, en estos días de luto, de tristeza y de dolor que nos causa el deceso de nuestro guía y padre revolucionario.
Se ha conocido que todas las encuestadoras del país, incluyendo las opositoras, antes de empezar oficialmente la campaña, ya dan por ganador con un amplio margen de ventaja a Nicolás Maduro sobre el Majunche perdedor. Un triunfo incuestionable, avasallante, cerca de veinte puntos porcentuales de ventaja. Un margen super holgado, que ante la corta campaña por las circunstancias previstas que todos sabemos, es ya irreversible por mucho empeño que pudiesen hacer para torcer la voluntad de un pueblo que ha logrado la empatía con el ideario y la acción del máximo líder Hugo Chávez Frías.
De allí que se profundiza la desesperación de los macabros, de los oscuros, de los amantes de la violencia y las guerras en el mundo, de quienes ven amenazadas sus riquezas ante el despertar de los pueblos, de aquellos que les incomodó y les incomoda que nuestro pueblo y otros pueblos cercanos hayamos buscados los caminos de la autodeterminación…, y nada mejor que intentar distorsionar la voluntad popular con un hecho violento de consecuencias impredecibles como un atentado contra Capriles Radonski. Los imperios no tienen corazón, el capitalismo no tiene ideología ni patria ni humanidad ni amor ni paz.
Ante esta posibilidad, que pudiese ocurrir, el gobierno responsable del presidente, por ahora encargado, Nicolás Maduro, ha activado una acción de protección que garantice la vida y sus derechos políticos del adversario. Una muestra más del humanismo, de la sindéresis, de la responsabilidad y ecuanimidad de un gobierno socialista que seguirá construyendo patria por muchos años junto a un pueblo noble y gigante como nuestro Simón Bolívar y Hugo Chávez.
Al pueblo, a todo ese colectivo organizado, a todos los venezolanos y venezolanas, no nos queda otra tarea que acentuar los niveles de disciplina y unidad en esta nueva batalla que enfrentaremos el venidero 14 de abril, donde seguro volveremos a salir airosos para seguir enarbolando la bandera de la dignidad, la justicia social, la paz y el amor.
El autor es: Diputado AN