En estos días, tuve la mala fortuna de verme con un viejo amigo. Conocía de su condición de académico, titular III, PHD en Oxford y tiene pendiente, según lo que me dijo en este encuentro, la culminación de un postdoctorado. Toda una eminencia belicosa.
Ningún contacto con un viejo amigo, la política no puede quedar fuera de agenda, más si con este supuesto amigo, se “compartió” en el pasado ideas. Evité el encuentro, porque sabía cómo terminaría el saludo y además no estaba de ánimos para una discusión.
Pasado el momento del saludo, me limitaba a decirle: “Ah sí”, a todas las cosas que me describía y sobre lo que fue capaz de hacer en el tiempo que pasamos sin contactarnos. Evitaba que se metiera en el tema político y trataba de cortarlo para quedarme con la imagen de los años en la UCV, pero este supuesto amigo, se apresuró a decirme: “Estos hijos de p… chavistas nos robaron”.
En muy baja voz le pregunté: ¿Cómo fue que hicimos un robo los hijos de p… chavistas?
Comenzó este PHD a repetirme lo que había oído y al final agregó, que para justificar el robo, el gobierno inventó unas muertes.
Saliendo del supermercado que fue el sitio del casual encuentro, pensé en lo que debía saber este PHD. Debía saber porque lo vivimos desde los 70, que en la Cuarta (época de acta mata votos), los miembros de mesa los colocaban AD y Copei. Ninguna organización, y menos la izquierda, tenía opción de colocar un miembro principal de mesa y después de tanto bregar, nos quedábamos a veces con la opción de un testigo. No había en esos tiempos de “acta mata votos”; una amplia presencia internacional como observadores y se conoce de los muertos que salían de sus sitios en los cementerios del país a ejercer su derecho al voto.
Sabe este PHD o mejor dicho, debe saber, que los miembros de mesa de ahora se seleccionan a través de un sorteo que los partidos auditan. Sabe mi “amigo” que antes no había captahuellas. Debe saber mi “amigo”, que la MUD se ha opuesto a las captahuellas, que son medios para garantizar un voto por elector. También debe saber este PHD, que estas captashuellas son objeto de una auditoría.
Mi supuesto “amigo”, que me calificó de hijo de p…, debe saber todo esto. Debería saberlo porque para su doctorado, escalafón de titular III en una universidad y postdoctorado tuvo que leer cientos de libros sobre historia. Este “amigo”, según lo que me dijo, no es hijo de p…, porque conocí a su vieja cuando en vacaciones pasaba unos días en su casa.
Con postdoctorado y todo, es posible que esté muy enfermo y lo lamenté. Se puede ser muy antichavista, pero es un drama que un historiador con el que compartí ideas y pinté pancartas en los pasillos de la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV, que leyó libros y ahora (para más ñapa) tiene un PHD con un postdoctorado por culminar, tenga vació su coco.
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