Poco a poco se despoja de la máscara de “demócrata”. Su discurso ambiguo y respuestas evasivas dan paso a la realidad. Sabemos que el Gobierno de Estados Unidos impone la “democracia” a sangre y fuego, con tanques y aviones, bombardeando pueblos donde mueren niñas, niños, hombres, mujeres. Además envían agentes espías para sembrar el caos y respaldar el terrorismo, apoyan a fascistas e intentan deslegitimar las instituciones democráticas, socavan la legalidad y la libertad de nuestros pueblos.
Este es un retrato hablado de las características que posee el presidente de Estados Unidos de América, Barack Obama, quien en sus ataques contra el gobierno legal y legítimo que preside Nicolás Maduro no sólo respalda sino liderar el golpe de estado que está en marcha en nuestro país.
Nada más grotesco e injerencista que las declaraciones del mandatario gringo, con las cuales da luz verde al fascista Henrique Capriles Radosnki y a sus hordas de la MUD para proseguir la marcha del golpe de estado tramado desde el Pentágono y puesto en práctica por la Embajada de Estados Unidos en Venezuela a través de la CIA desde antes, durante y después del proceso electoral del 14 de abril en el cual resultó electo Nicolás Maduro como presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.
Los fascistas venezolanos creen que les llegó la hora de asaltar el poder, mientras el imperio cree que también le llegó el momento de saquear nuestros recursos naturales, sobre todo, el petróleo, y tener otro gobierno títere en América Latina. Los escenarios que analizan son varios, entre ellos la supuesta debilidad del gobierno de Maduro y la falta de respaldo popular ante la desaparición física del Comandante Eterno Hugo Chávez. Toman como base la votación del 14 de abril para decir que el “chavismo” está en desbandada y creen posicionar en el ámbito internacional la matriz de opinión según la cual hubo fraude en las elecciones con el fin de deslegitimar no sólo al Poder Electoral sino al Poder Judicial.
“El hemisferio completo está viendo la violencia, las protestas y los ataques a la oposición”, expresó Obama, pero no ve los diez venezolanos y venezolanas asesinados por las hordas de Capriles ni los más de 70 heridos, acoso a médicas y médicos cubanos, incendio a centros de salud y casas de partidos democráticos, y bienes nacionales. También es invidente ante los ataques de los diputados opositores contra las parlamentarias revolucionarias. Es el colmo de la ceguera del presidente del imperio.
Pretende dar lecciones de defensa de derechos humanos cuando ordena el bombardeo a Irak, Afganistan, Libia, Siria, Palestina y mantiene en un moderno campo de concentración en la ilegal base naval de Guantánamo, Cuba, a prisioneros que no les suministran agua ni alimentación y mantienen en permanente tortura física y psicológica.
Obama, ya usted se quitó la careta. Usted apoya al fascismo. No intervenga en los asuntos internos de un país libre, soberano e independiente. Además ante cualquier agresión contamos con el respaldo de los pueblos del mundo, de la ALBA, de Unasur.
No se equivoque. Estamos en alerta y con el pueblo movilizado para derrotar al fascismo.
Benito Mussolini, Adolf Hitler y usted, Obama, son de la misma estirpe, igual que Capriles y su horda.
( * ) Periodista-Politólogo
acastillo472@hotmail.com