La derecha Venezolana y sus colegas en América Latina, derrotados por todas las vías legales y democráticas en la mayoría de los países de la región, y disminuidos ante la opinión pública por su propia torpeza apolítica y guerrerista, siguen amenazando con derrocar al gobierno bolivariano a cualquier costo y por cualquier vía, orquestando un nuevo zarpazo contra la Revolución Bolivariana combinando todas sus estrategias en función de confundir a la militancia revolucionaria, provocar el caos desde dentro de las instituciones e instaurar el desorden para así avanzar y tomar por asalto el gobierno.
En ese sentido, bajo la tesis de que con la desaparición del Comandante Chávez murió el Socialismo en América Latina y el mundo, los amos del orden mundial capitalista atacan con ferocidad sobre las conciencias de todos aquellos que por descuido, tristeza o particular conveniencia, se han apartado del trabajo militante y abandonado la lucha por la mayor suma de felicidad posible para todos, lo cual legitima la tesis opositora que señala que los procesos sociales conducidos por los pueblo y no por las cúpulas están condenados al fracaso.
En nuestro caso particular, la oposición ha querido hacer ver que la mayoría de los venezolanos no tienen ninguna razón para seguir insistiendo en la construcción del socialismo y para ello intenta permanente descalificar al Presidente Nicolás Maduro, propinándole tantos insultos, epítetos y calificativos negativos como sea posible, al colmo de públicamente despreciar su condición obrera y popular la cual por cierto no tiene nada que ver con su sapiencia política y su conciencia social.
Tal situación confunde y en muchos casos se mal interpreta en los sectores intelectuales afectos a la revolución bolivariana, quienes sin mediar las consecuencia de sus publicas opiniones, lanzan criticas infelices contra todos los actos de estado y gobierno, sobre todo los inherentes al abastecimiento, la seguridad y la tentativa de guerra con la cual el enemigo imperialista nos acecha.
Ahora bien, lo triste no es que esa oposición quiera volver al poder, que el capitalismo nos quiera derrocar, que la derecha y sus medios nos desconozcan, sino que haya compañeros que validen la agenda opositora so pretexto de la construcción de un pretendido estado plural democrático y para todos los factores, con el cual ir por un lado haciendo el socialismo de lo reivindicativo, dando casa, becas, mercal y PDVAL, y por el otro, satisfaciendo las apetencias monetarias y de poder de sectores cuyo único fin es la acumulación de bienes de capital y la explotación de la clase obrera.
En consecuencia, cuando he escuchado de una mentada burguesía nacionalista comprometida, a la que los opositores llaman boliburguesía, la cual con sinceridad no he podido identificar, ni se dónde está, pues en mi modesta opinión históricamente la burguesía venezolana ha sido contraria a la patria. O me han dicho de “compatriotas” con mucho real, prestos al servicio social y la construcción del socialismo, me viene a la memoria la imagen de aquellos que en 1998 se plegaron al proceso y en Abril del 2002 se sumaron al golpe de estado, por lo tanto no puedo menos que denunciar y advertir que su presencia lejos de ayudar, desfigura los innegables avances por la construcción del socialismo que hoy comanda el Presidente Maduro.
Parafraseando al Comandante Eterno: “el imperio nos ha dominado más por la imposición de su ideología que por las armas”. De allí que, confunde, distorsiona, desfigura y entorpece toda posibilidad por una vida en sociedad para la felicidad y por la felicidad de todos.
Por ultimo llevamos 15 años amenazados por la tentativa magnicida de parte de los cachorros imperialistas y aunque creo que en el pasado reciente nos asesinaron a nuestro Líder Supremo, lo cierto es que no por ello han abandonado su sed de sangre y destrucción.
Estimados camaradas, protejamos al camarada presidente Maduro, no se trata de un hombre sino de un proceso cuya continuidad está en sus manos. Aquí no hay posibilidad de culto a la personalidad ya que nadie es más grande que Comandante Eterno y nos enseñó que Chávez es un símbolo de lucha que todos llevamos en el corazón.