No es cuento chino. Me lo dijo alguien cercano a ese detestable grupo apátrida. La “charla” fue corta. Muy corta. La delación no deja, a la interlocutora, espacio para largas valentías ocasionales. Así que el vocero o mi vocero, porque es un caballero, no soltó mayor prenda.
“Dicen que lo tienen encriptado” señaló luego, para aclarar después que más apropiado es decir que “lo están editando”.
Para quienes no están familiarizados con el término, editar es cortar o suprimir un sonido o imagen. En este caso, un sonido pues. La edición respectiva puede ser usada o pegada antes o después de una frase que posea algún interés para el editor o la editora. O, en algunos casos, no darle uso alguno. Borrarlo y listo. En cualquiera de las dos situaciones, se produce una alteración del material original. Trabajo de especialistas, sin duda.
El informante dejó correr otro dato: “lo están editando porque el sonido los compromete a casi todos ellos. Salen casi todos los nombres. Por eso lo están limpiando”, agregó.
-Y dicen que lo tienen encriptado- comentamos.
-Ajá- respondió parcamente, como quien no desea soltar más prenda.
Cuando nos despedíamos, por “error”, asomó que “en ese sonido también aparece Mario Silva”, haciéndonos recordar que cuando en mayo fue presentada la grabación con la presunta voz de quien moderaba La Hojilla, amenazaron con dar a conocer un segundo audio donde el protagonista principal sería él de nuevo.
Casi dos meses han transcurrido de aquello. El boom del golpe mediático no los oxigenó como esperaban, puesto que sus posteriores desaciertos, cual oposición descarrilada, arrasaron con ese cuarto de hora de felicidad artificial. Demostrado quedó que su vida como factor político, depende de la contundencia de espasmódicos momentos circunstanciales que como no se presentan con periódica frecuencia, los hace sumamente peligrosos. ¿Recuerdan a la fiera herida?