Hace ya algunos años, un profesor de postgrado decía en su clase, en la
que nos encontrábamos: “Carlos Marx y Sigmund Freud no vivieron lo
suficiente para darse cuenta que fueron unos pela bolas”.
Nuestra respuesta no se hizo esperar: ¿Cómo es eso que el padre del
materialismo histórico y del socialismo científico y el del
psicoanálisis, quienes cuentan entre sus seguidores a miles y miles de
intelectuales y especialistas, son despachados con semejante desparpajo,
por alguien a quien a duras penas conocen en su casa y que por lo demás
es poseedor de una pesada carga de ignorancia? Profesor, le dijimos,
quienes asistimos a este postgrado somos personas con bastantes
ocupaciones como para venir aquí, a escuchar semejantes estupideces.
Este hecho viene a nuestra memoria hoy, influenciado por las recientes
afirmaciones de un Capriles que al igual que aquel profesor, no pasa de
ser un pendejo con ínfulas de intelectual y en búsqueda de notoriedad.
¿Merece éste oscuro personaje de la política venezolana una respuesta
diferente a la que le diéramos a aquel profesorcito?
Definitivamente, creemos que no hay otra manera de responder a quien con
semejante carga de ignorancia encima, se cree con la capacidad y moral
necesaria, para intentar descalificar a un gigante como Chávez?
Cuando uno ve como el Comandante Supremo impactó a hombres de la talla
intelectual de Fidel Castro, Ignacio Ramonet, Fernando Buen Abad, Luis
Brito, Earle Herrera, Luis Bilbao y Pérez Esquivel, por sólo nombrar
algunos pocos, está obligado a preguntarse ¿Qué peso y qué valor puede
tener la opinión de semejante imbécil?
No hay nada peor que un bolsa tratándose de poner a la altura de un ser
con características de gigante; pero eso es inevitable; los pendejos son
así, especialmente cuando hay otros tan o más pendejos que ellos que los
adulan y les alimentan el ego.